[⚘ 𝐍𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐦𝐞 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐞𝐬 ⚘] •𝐓𝐚𝐫𝐨 𝐌𝐢𝐬𝐚𝐤𝐢 𝐲 𝐓ú•

~ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 28 ♡

[...]

- _______, _______. - Taro me movía suavemente.

- ¿Eh? - Lentamente abrí los ojos.

- Ya va a aterrizar el avión.

- Entiendo.

Después de un largo viaje finalmente llegamos a Paris, Francia; el país que a partir de ahora será mi hogar.

En cuanto bajamos del avión tomamos un taxi para llegar al departamento que Taro había comprado para nosotros. El departamento era bastante amplio y muy bonito, lo que mas me gustaba era que tenia un balcón que daba hacia un parque muy hermoso.

- ¿Te gusta? - Me pregunto.

- ¡Claro!, es muy hermoso.

- Me alegra que te guste. - Me abrazo por la espalda.

- Es muy lindo, gracias por preparar todo para mi.

- No es nada. Bueno, vamos a dar un paseo.

- ¿Seguro? ¿No prefieres descansar?

- No, además quiero que me acompañes al club.

- Esta bien, solo quitemos las maletas de la puerta.

De la emoción habíamos dejado las maletas en la entrada del departamento.

- Es verdad.

Dejamos de abrazamos para acomodar las maletas, en cuanto dejamos todo en orden salimos.

Primero fuimos al club donde jugaba Taro, siempre me había dado curiosidad conocer el lugar donde el jugaba.

- Es un lugar muy bonito, me recuerda al lugar donde trabaja mi padre.

- Es verdad.

- ¿Qué hacemos aquí?

- Le notificare al entrenador que estoy de regreso y también hay alguien que quiere verte.

- ¿A mi?

- Si.

Caminamos por un largo rato hasta que llegamos a una cancha en la que estaban entrenando unos chicos.

- Ven, sígueme. - Taro me tomo de la mano y me llevo con el.

Lentamente ingresamos a la cancha, en cuanto entramos a la cancha todos los jugadores nos observaron.

- ¡Hola Misaki! - Lo saludaron a los jugadores.

- Hola chicos.

En un abrir y cerrar de ojos nos rodearon todos los jugadores.

- ¿Ya estas de regreso Misaki? - Pregunto un jugador.

- Si, por cierto, les quiero presentar a mi esposa. - Me puso enfrente suyo - Ella es _______, mi esposa.

- Un placer conocerlos. - Hice una pequeña reverencia.

- Así que tu eres la mujer que robo el corazón de Misaki, sin duda alguna eres un hombre muy afortunado. - Dijo uno de sus compañeros.

- Si, es verdad. - Respondió.

- ¡_______! - Me grito alguien.

- ¿Eh?

Gira hacia donde escuche el grito y vi a Pierre.

- ¡Pierre! - En cuanto estuvo enfrente mío lo abrace - Me da gusto verte.

- A mi también, ¿Cuándo llegaste?

- Acabamos de llegar.

- ¿Enserio?