Clint Barton (1)

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Contenido Maduro

Una de las actividades favoritas de Clint Barton eran las acampadas que realizaba en el bosque que se encontraba situado al  lado de su casa, por lo que después de terminar  la misión, decidió hacer una.

Tras terminar de montar la tienda de campaña, se adentró más en el bosque para recoger leña, pero cuando empezó a escuchar el sonido de una cascada decidió dejar lo que estaba haciendo para ir a verla.

Nada más llegar vio que aquel lugar era magnífico y se respiraba mucha paz, pero antes de que pudiera acercarse más se dio cuenta de que había una mujer bañándose bajo la cascada.

Aquella mujer no se percató de que uno de las Vengadores la estaba observando hasta que se dio la vuelta, pero lejos de asustarse, sonrió y comenzó a frontarse los pechos y la entrepierna con suavidad mientras se imaginaba a aquel hombre poseyéndola

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Aquella mujer no se percató de que uno de las Vengadores la estaba observando hasta que se dio la vuelta, pero lejos de asustarse, sonrió y comenzó a frontarse los pechos y la entrepierna con suavidad mientras se imaginaba a aquel hombre poseyéndola.

Por su parte, Clint no conseguía despegar los ojos de aquella chica por lo que en cuanto ella se distrajo un poco, se quitó la ropa y se metió en el agua.

Cuando la chica abrió los ojos para ver si aquel hombre seguía mirándola y vio que había desaparecido, comenzó a buscarlo con la mirada hasta que Clint apareció justo delante de ella y comenzó a besarla con pasión, a lo que ella respondió gustosa.

Lo hicieron bajo la cascada, en la cueva que se encontraba detrás de la propia cascada y cuando el sol estaba situado en el punto más alto del cielo, lo hicieron por tercera vez encima de una roca encima de la cascada y por mucho que ambos gritaban de éxtasis, nadie podía escucharles.

La chica nunca le dijo su nombre al Vengador, a lo que él agradeció porque sólo deseaba enfocarse en el presente.

Durante varias semanas, ambos siguieron quedando para realizar sus tórridos encuentros, hasta que un día, cuando Clint volvió a la cascada vio que la mujer no estaba, por lo que pensó que tal vez se había cansado de él por lo que decidió volver a su casa a recibir a su esposa y a sus hijos, quienes habían vuelto de su viaje por Europa.

Con el comienzo de las clases, Clint y Laura decidieron aceptar la invitación a la fiesta del colegio de Nate, en la cual se iban a reunir los docentes, los padres y los niños y cuando llegó el día, el pequeño Nate salió corriendo a buscar a una persona a la que sus padres debían conocer, pero en cuanto el niño volvió con ellos con una mujer cogiéndola de la mano a Clint por poco se le sale el corazón del pecho, pues la mujer que iba de la mano de Nate era la mujer de la cascada.

-Mamá, papá esta es mi nueva tutora, la señorita Daniels.


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