Los caminantes dominan la Tierra y los humanos son incapaces de trabajar en equipo por culpa de su egoísmo.
Por suerte, existe un grupo de supervivientes que es la excepción a la regla, en el cual se encuentra un cazador llamado Daryl Dixon.
Ahora que estaban en busca de un nuevo hogar, Daryl se había ofrecido a buscar comida, por lo que decidió despedirse del grupo y ponerse en marcha.
Después de matar a unos cuantos caminantes, avistó a un ciervo y cuando estuvo a punto de matarlo, una flecha consiguió alcanzar al venado, matándolo en el acto.
Nada más ver aquello, el cazador comenzó a buscar con la mirada a su posible enemigo hasta que un cuchillo fue colocado en su cuello y cuando se giró para ver quien era su atacante, se sorprendió al ver que no era más que una chica de unos 20 años.
Aquella chica, de nombre Hailee, llevaba varios meses sin ver a un alma después de que su familia muriera por culpa de los caminantes, además de ver en la lejanía cómo todavía existían personas egoístas y asesinos.
Pero al ver a aquel cazador, vio que era diferente, pues no intentó defenderse y cuando le dio la vuelta para preguntarle quien era, no pudo evitar perderse en sus ojos azules.
Entonces, los dos comenzaron a besarse apasionadamente y luchando porque ninguno de los dos quería perder en aquella batalla de lenguas, a trompicones, Hailee llevó a Daryl hasta su escondite, el cual resultó ser una pequeña cabaña abandonada olvidándose por completo de su presa.
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Tras atravesar el umbral de la puerta, Hailee llevó a Daryl hasta su cama donde hicieron el amor tanto lenta como rápidamente, ya que ambos querían conocer el cuerpo del otro.
Pasaron horas deleitandose el uno al otro y cuando Daryl le dijo que tenía que irse, no pudo evitar pedirle que se fuera con él pra que no estuviera sola, además de tener un familia y a pesra de que al principio Hailee declinó su oferta, al final decidió irse con él y abandonar aquella cabaña que se había convertido durante unas horas en un refugio de amor.
