Se dice que los gemelos tenemos un sexto sentido que nos avisa cuando el otro está en peligro. Pero debo confesar que esto no es más que un montón de mentiras y lo sé porque yo no sentí absolutamente nada cuando mi hermana murió, o más bien cuando la asesinaron.
Desde los diez años, mi hermana Joan y yo sabíamos que desde que nuestra madre se suicidó sólo podíamos confiar la una en la otra, pero cuando ella desapareció pensé que nadie iba a poder ganarse mi confianza.
Pero me equivoqué. Sobretodo cuando volví a Hawaii tras graduarme en Criminología y es que aquel pequeño paraíso en medio del Pacífico que nos vio crecer a mi hermana y a mí, también se encontraba un hombre, quien no sólo me ayudaría a resolver el asesinato de mi hermana, sino también salvarme de mi oscuridad.