Capítulo 9

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Rylie.

Máx me paso las manos por detrás de la espalda hasta que sus dedos encontraron el filo de mi blusa y la levantaron hacia arriba separando el beso por dos segundos para sacarla. Una vez terminó de sacarla volvió a pegar sus labios con los míos.

No se apartó mientras se ponía encima de mi. Su boca se amoldaba a la mía perfectamente devorandome.

Pero otra vez me quedé sin aire y lo tuve que separar por los hombros.

—¿Todo bien?

—Si... Es que... — jadee— me quedo sin aire de repente...

Máx frunció el ceño con algo parecido a la preocupación.

—¿Eso está bien?

—No es nada— le reste importancia, llevando mis manos a su nuca y jalandolo hacia mí— bésame más...

Máx asintió con la cabeza y volvió a besarme, pero ahora lo hacía más lento, con más paciencia.

Lleve mis manos a su espalda y las baje hasta que encontré el filo de su camiseta, la levante hasta que la pase por su cabeza y en ese momento el dejó caer su rostro a mi cuello, besando con delicadeza.

—Máx...

Acaricie su espalda y subí mis manos a su nuca para que siguiera con sus besos.

—Me encantas, Rubia.

Suspiré ante la sensación de sus besos y esas estúpidas y sensuales mordidas que daba en mi piel y que hacían que me llenará de escalofríos. Máx puso su mano en mi cintura y la metio detrás de mi espalda hasta que quito mi sostén con agilidad.

Jadee cuando el se alejó y observó mi desnudes. Lo vi menear la cabeza como si no se lo pudiera creer antes de impulsarse y volver a besarme la boca.

—Max— gemi— bésame...

Pero el ya me estaba besando y entendio perfectamente lo que le estaba pidiendo. Bajo sus besos por mi cuello hasta que se encontraron con la piel sensible de mis pezones. Los tomo con sus labios y los chupo suavemente haciéndome arquear la espalda pidiéndole más.

—Mmm... Si... — gemi

Sin apartarse de mis pechos llevó su mano hacia el cierre de mi pantalón abriéndolo rápidamente. Metió su mano dentro del pantalón pero era demasiado apretado y por eso le fue imposible llegar al sitio que buscaba.

—Maldición... — gruñó con la voz ronca.

Se puso de pie encabronado y se encargo de sacar mi pantalón y mi ropa interior. Tuve que morderme la lengua para no reirme porque eso era jodidamente Máx de su parte.

—¿Te parece divertido, Rubia? — preguntó volviendo encima de mí

—Es que eres tan...

Me quedé callada cuando senti su mano ahora en mi piel desnuda. Tan directamente, tan suave y tan placentero que no pude ni respirar.

—Oh...

—¿Ahora te parece divertido?

Sonreí más por eso.

—Si — gemi— justo así, puedes seguir divirtiendome todo lo que quier...

Max se movio sus dedos sobre mi clitoris, llevando sus labios hasta los míos.

Max Wastel (+18 ) [2]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora