Capítulo 13

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Rylie.

Dure una larga semana internada en el hospital. Tiempo que me había alimentado a base de suplementos de hierro, vitaminas y sangre de desconocidos, sin contar los besos que Máx me daba cada vez que me visitaba, que sentía que me llenaban de vida.

Ahora ya tenía unos días en casa y todos se comportaron maravilloso conmigo. Me extrañaban y me demostraron cuanta falta les hice. Todo el tiempo había estado siguiendo las instrucciones de los doctores. Había cosas que podía comer y otras que no. La herida en la cabeza ya estaba casi sana y yo ya me sentía renovada.

Máx había estado esperando unos días antes de llevarme a su habitacion o quedarse conmigo en la mia porque... Bueno el sabia lo que pasaría si terminábamos solos, encerrados en cuatro paredes...

Ahora subíamos las escaleras corriendo, porque no había nadie en la casa. Así que todas las estrellas se alinearon a nuestro favor.

—Vale— Máx se puso detrás de mí y puso sus manos en mis ojos—No te creas que te prepare una romántica sorpresa, es que lo que siempre a estado ahí quizás te sorprenda.

—No me sorprende... Me asusta...

—Ni siquiera lo has visto.

—Es que se que eres bien singular

Máx abrió la puerta soltando un gruñido y me empujó adentro. Me guió hasta que estuve en el lugar que quizo y una vez ahí me quito las manos de los ojos.

Al acostumbrar mi vista di una mirada a todo el lugar. El saco de boxeo estaba en una esquina. La puerta de su baño se podía ver al final del cuarto que era todo azul marino y olía a su perfume. Su cama era una enorme con sábanas negras y mi boca cayó al suelo cuando vi la mesa donde tenía su televisor.

Habían fotos nuestras, de momentos de nuestras vidas donde le era imposible huir de las fotos. En nuestros cumpleaños, en fiestas de año nuevo, algunas fotos eran de tamaño mediano y estaban en marcos separados, mientras muchas otras eran chiquitas acomodadas en un solo cuadro grande que estaba justo frente a su cama.

Máx me tuvo ahí todo el tiempo...

—Joder, si que estas loco— le dije mirando las fotos.

—Tu no eres la única psicópata obsesionada de la relación, cielo.

Me gire en su dirección y el tenía una sonrisa en su cara. Puse mis manos en su rostro y lo acerque suavemente hasta que pude besarle las mejillas.

—Te quiero mucho Máx— le dije, sinceramente

—Te quiero mas, nena...

No pude evitar sonreír mientras lo besaba con cariño.

—Por qué sonríes tanto ¿Eh?

—Por qué me gustas mucho y me pone feliz tenerte así...

Máx sonrio de oreja a oreja y me beso en la frente y en las mejillas. Me empujó suavecito hasta que estuve sentada en la cama. No me beso los labios en ningún momento, solo las mejillas, la nariz y la frente mientras me empujaba para que me acostara en la cama. Una vez estuve acostada Máx se metió a mi lado y me movió hasta que estuve bien adentro en la cama, y en ese momento me rodeo con sus brazos, puso su carita en mi pecho y suspiro lleno de placidez.

—Mmm— olfateo mi piel y se abrazo a mi cuerpo— podría dormir así todos los días de mi vida.

Acaricie su cabello y termine poniendo mis manos alrededor de su espalda, cerrando los ojos y olfateando su aroma.

Max Wastel (+18 ) [2]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora