Max Wastel (+18 ) [2]✔️

Capítulo 8

Rylie

Jodido estúpido pedazo de idiota.

Odiaba a Máx

Y me Odiaba más a mi por quererlo.

No podía evitarlo. Matt se había ido y vuelto con un montón de cervezas, pero sin Máx y yo tenia la esperanza de que el llegara pronto, pero ya llevábamos ahí 2 horas y nada que aparecía.

—Ay joder— gruñi, enojada

Estaba recostada al lavamanos del baño burlandome de mi triste reflejo. Llevaba aproximadamente 10 minutos ahí, moviendo las piernas inquieta y tratando de aliviar los latidos de mi corazón y el hecho de que tenía el estómago todo revuelto.

Una lagrima rebelde se resbaló por mi mejilla mientras sus palabras de esperanza lo hacían en mi cabeza.

"Estas bellísima"

Y después estaban las que me habían hecho sentir una basura utilizada.

"No se que sea algo, pero seguro que si"

Como la abrazaba, como la guiaba en dirección a quien sabe que tipo de noche mientras yo estaba ahí. Metida en su auto muerta de frustracion e impotencia. Y su jodida sonrisa. Completamente complacida y maliciosa.

Salí del baño cuando arregle mi ataque de ira y mis lágrimas y para ese momento ya habían muchísimas personas en casa de Bryan.

Ahi no habían reglas como las de nuestra casa. Así que había gente besándose, coqueteando y jugando cosas divertidas en cada rincón.

Camine a donde estaba la piscina y cuando vi las puertas de vidrio, en la mesa estaba sentado Máx al lado de Matt.

Al fin.

El se veía inquieto. Miraba en todas direcciones. Tenía una cerveza en la mano y la mandíbula muy tensa. No se veía despeinado ni desarreglado, pero había tenido mucho tiempo para arreglar el desastre que la pelirroja pudiera ocasionar.

Era su ex novia. La única mujer que había llevado ese título, pero seguro no la única que lo había tenido. Me caía mal, todo el año que fueron novios fue un horrible sufrimiento y al parecer su fantasma seguía atormentando mi vida.

Apreté los dientes con fuerza y di media vuelta. No sabía si me estaba buscando a mi, pero si era así no le daría el gusto.

—Ey, nena— escuche una voz a mi espalda —¿Por qué la cara larga?

Me gire hacia esa dirección y vi a Bryan con un puchero en sus labios, como si sintiera mi dolor.

—Nada— me acerque y deje caer mi frente en su pecho

Bryan me envolvió en sus brazos con cariño.

—Nena estas pálida ¿Te sientes bien?

—Si, solo estoy aburrida.

—Yo también estoy aburrido—me dijo— ¿Y si nos desaburrimos juntos?

Me aleje un poco de él rodando los ojos. Bryan dio pasos hacia mí hasta que mi espalda se encontró con el filo de la mesa.

—Bri debe estar esperando que vayas a divertirte con ella—le recordé— así que dejame ahogarme en mi incertidumbre sola

—Ya no hay Bri, nena— me dijo y de inmediato frunci el ceño— este muñequito esta soltero y disponible.

Volví a rodar los ojos porque aunque Bryan estuviera tan guapo, disponible y metido en mi espacio personal no me provocaba nada.

—Ve con tu cara bonita a enredar otras niñas, Cayle— lo corte