Ambos eran dioses dispuestos a dar todo de sí para proteger a su querido pueblo y también para defender a la persona que más amaban en aquel mundo.
K'uk'ulkan y su amada Ix Chel se verán obligados a actuar luego de que se encontrara una máquina cap...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Omnisciente
—¡In Yaakunaj!— gritó Ix Chel acariciando el rostro de su amado con devoción, sus ojos seguían derramando lágrimas, realmente estaba muy feliz de ver que él había recobrado la conciencia— ¡Me has asustado! Por favor jamás vuelvas a hacer algo como eso... te juro que mi mente se bloqueó. No puedo si quiera volver a pensar estar en una situación así de nuevo. — Chilló ella golpeando suavemente el hombro de K'uk'ulkan quien sonrió un poco al verla tan preocupada, la mujer comenzó a repartir besos por toda su cara aliviada de verlo de nuevo consciente y sonriendo ante ella. Ix Chel pocas veces perdía la compostura como lo estaba haciendo en ese momento pero realmente no la culpaba.— Casi me muero al ver que no me respondías con nada... por Itzamná te juro que jamás en mi vida permitiré que algo así suceda— ella lo abrazó con fuerza contra su misma y trató de calmarse con su contacto, K'uk'ulkan acarició con suavidad la espalda de su amada brindándole esa paz que necesitaba después de aquella abrumadora situación. Ix Chel temblaba contra el y se aferraba a su cuerpo como si fuera a dejarla si lo soltaba — Tuve mucho miedo In Yaakunaj...
—Está todo bien In Ka'an, te juro que estoy bien mi amor por favor ya no te abrumes más cariño mío — pidió él hablando con ternura hacia la mujer que amaba, reconfortandola con sus dulces palabras — Por favor In Ka'an, puedes estar tranquila... yo me siento realmente aliviado de que estés bien y a salvo. No sé qué es lo que hubiera hecho si te pasara algo... lamento tanto haberte preocupado Ka'an. Pero tenía que ocuparme de la niña— se burló el tosiendo un poco por la repentina risa que lo invadió, la última frase la pronunció en lengua común para que la princesa pudiera entenderlo. Shuri a sus espaldas tomó asiento mientras se tocaba el brazo y mano rotos, además de la herida causada por K'uk'ulkan antes de que llegara la reina de Talokan al lugar.
Había quedado molida y era un milagro que siguiera despierta después de tremenda golpiza, seguramente también tenía una fractura facial por el otro golpe que le propició la reina, sentía la cara adormecida y muy caliente. Solo esperaba que eso no dejara una marca muy severa.
—¡Idiota!— Ix Chel temblaba de pies a cabeza, y se molestó al verlo comenzar a soltar carcajadas seguido por Shuri, realmente la había preocupado muchísimo y ahora estaba ahí riéndose como si nada de la situación, aunque era realmente bueno que se encontrara lo suficientemente bien para reír... Ix Chel realmente estaba con su alma consumida por la situación entera que había surgido en esos pocos minutos que llevaba en ese horrible desierto, K'uk'ulkan si se encontraba herido pero no al nivel en el que la princesa Shuri había quedado, ella permanecía en silencio pero de verdad se reía con algunos de los comentarios del rey.
—Estoy bien cariño te lo juro por todo lo más sagrado, solo me sorprendió su ataque y… he de admitir que ella realmente es una niña muy loca— pronunció en lengua común para que de esa forma Shuri pudiera entender lo que decía sin ningun problema, después sin ningún tapujo se echó a reír de nuevo y la princesa a sus espaldas también lo hacía. Ix Chel frunció el ceño y restregó sus manos contra su rostro, realmente aturdida por el contraste de la situación— Ya no llores amor mío…— pidió él secando las lágrimas de la mujer quien respiraba irregularmente gracias al llanto
