08 | "𝗗𝗲𝗰𝗶𝘀𝗶𝗼𝗻"

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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐨𝐜𝐡𝐨.
"𝐃𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧"

Los demás volvieron temprano

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Los demás volvieron temprano. Menos Andrea y Shane.

Sentía que Andrea y yo nos habíamos distanciado luego del CDC.

—¡Oigan, amigos!—Dale estaba trotando hacia Glenn y yo.

—No saben, tengo un gran chisme.— Susurraba mientras se agachaba para llegar a mi altura.

—Bueno, hemos analizado lo que ha dicho Glenn. ¿Verdad?— cuestionó. —Fui con Hershel a ayudar con los caballos y ha confesado que tiene caminantes dentro del granero indirectamente.—

Abrí los ojos como dos pelotas de fútbol.

—¿Y cómo hiciste que confesara?— pregunté al mayor.

—Bueno, más bien... no recuerdo. Pero ha dicho que los caminantes siguen siendo personas, y que su esposa e hijastro lo son y están dentro del granero.—

—Osea que... Lo que nos ha dicho Glenn, de que esta familia tiene caminantes dentro del granero, ¿también está el hijastro y la esposa de Hershel?— No lo podía creer.

Dale quedó recalculando con la boca entreabierta.

—Prácticamente sí.— Por fin contestó.

Glenn estando preocupado se agarró la cabeza.

—¡Dios santo! ¡Me gusta una chica loca!— gritó preocupado mientras se agarraba la cabeza.

Cada uno se fue por su camino y yo me quedé sentada en un árbol escribiendo en una libreta que me había dado Beth.

"Querido Diario: Hoy ha sido un día muy caótico y..."

Me quedé con la mente en blanco, sin nada que escribir.

Cerré la libreta y me recosté en el árbol.

Al escuchar arcadas de que alguien tenía ganas de vomitar abrí los ojos. Al ver que era Lori, me hizo acordar a mi mamá que se había embarazado. Eso me contó mi tía.

—Mi mamá quedó embarazada una vez.— Empecé a contar. —Ella... perdió al bebé.—

—Lo... siento mucho Made.— Dijo extrañada al ver que solté eso de la nada.

—Un día me contó mi tía que, Mi mamá tenía náuseas cuando olía carne cocida. Y mi mamá amaba comer carne.— dije. —Pero con el embarazo, ese día de acción de gracias, el pavo...— reí. —Ella no pudo entrar a la casa por dos días.— Lori rió.

—Glenn te contó. ¿Verdad?— agachó la cabeza. Ella descubrió lo que intentaba hacer.

—Sí, ¿qué esperabas? Glenn no sabe mentir.— Aclaré con obviedad.

𝐍𝐔𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎 𝐔𝐋𝐓𝐈𝐌𝐎 𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐀𝐏𝐎𝐂𝐀𝐋𝐈𝐏𝐓𝐈𝐂𝐎 | carl grimes.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora