No dejaré que te consumas (Caryl fanfic)

Capítulo 2 - No dejes que me consuma

Después de lo sucedido la noche anterior, Daryl había dormido en la habitación que supuestamente estaba destinada a ser la suya, pero que permanecía vacía por su insistencia en dormir en el sofá. Pero aquella noche la había ocupado tras lo ocurrido con Carol. La habitación estaba al lado de la de ella y de esta manera, si volvía a sufrir una pesadilla, él sería el primero en enterarse. Sabía que poco podía hacer en el caso de que volviera a ocurrir, pero a Daryl le proporcionaba seguridad saber que él podría ayudarle en el momento que hiciera falta.

Él le había asegurado que no iba a permitir que se consumiera de nuevo y eso es lo que estaba haciendo. Ni siquiera sabía con exactitud que debía hacer para evitar que ocurriera, pero lo que tenía claro es que iba a estar pendiente de ella. Y así, intentar que ella no sufriera de nuevo. No podía arriesgarse a que volviera a intentar huir de nuevo. Ya la había perdido en tres ocasiones y no volvería a pasar.

Los intensos rayos de la mañana le despertaron con la sensación de no haber dormido absolutamente nada. Ni siquiera se molestó en cambiarse de ropa, se había dormido con su ropa habitual. Solo hizo una corta parada en el baño para hacer sus necesidades, y fue directo hacia la cocina, de dónde ya procedía un fuerte olor a café, pan tostado y tortitas. Bajó las escaleras con rapidez para encontrarse -a diferencia de lo que él esperaba- la cocina vacía pero con una gran cantidad de comida preparada.

Daryl avanzó hacia la encimera donde cogió un trozo de pan tostado para llevárselo a la boca. Desde su posición, pudo ver a través de la ventana a una mujer, con un atuendo bastante horrible, caminando por las solitarias calles de Alejandría.

Daryl salió de la casa a paso rápido, y en menos de un par de minutos, ya le había alcanzado.

-Hey– Le llamó suavemente. Carol reconoció su voz enseguida, paró sus pasos y se giró para verle. En sus manos sujetaba un gran bol de cocina - ¿Qué haces?

- Voy a casa de Jessie a llevarles el desayuno – señaló con la cabeza hacia el bol, como si fuese evidente.

- No deberías hacer esto – masculló Daryl entre dientes.

Carol abrió un momento los labios para decir algo, pero los cerró rápidamente al notar el toque de preocupación en su voz. Entrecerró los ojos recordando lo sucedido la noche anterior y el porqué de su insistencia. Pero no se trataba de ella, se trababa de Jessie, de Sam y de Ron. A pesar de lo que pueda suponer para Carol, no podía abandonar a esa familia, ellos necesitaban a alguien.

- Daryl, no puedo dejarla sola, no ahora – respondió por fin, tras unos segundos de silencio. Daryl analizó su rostro y volvió a preguntarle.

- ¿Por qué?

Carol levantó la mirada tomando las fuerzas necesarias para responder a su pregunta. Obviamente sabía el porqué, Jessie estaba pasando por una situación muy complicada, pero necesitaba comprender por qué ella aun sufriendo seguía ayudándole, y como consecuencia lastimándose a sí misma.

- Porque... yo sé lo que es perder a tu marido... y sentirte culpable por estar aliviada por su muerte – Daryl bajó la mirada de pronto, entendiendo ese sentimiento, recordando la muerte de su padre y su alivio posterior – Esta muy perdida y yo necesito hacer esto, Daryl – El tono de súplica hizo que clavara sus ojos en los suyos que estaban llenos de dolor, y vio en ellos lágrimas – puede que no consiguiera hacer nada por evitar que Ed me pegara o hiciera daño a mi hija, pero ahora puedo hacer algo. Lo necesito.

Daryl mantuvo su mirada intensa en ella, analizando sus palabras entendiendo lo que había tras ellas. El arquero hizo un gesto diminuto con su cabeza, dándole a entender que había captado su mensaje. Ella asintió mostrando una leve mueca en sus labios y retomó su camino hacia la casa de Jessie. Daryl la observó hasta que la vio desaparecer en la mansión de los Anderson.