No dejaré que te consumas (Caryl fanfic)

Capítulo 14 - Caminantes y lobos

Envolvió con fuerza el jaspe entre sus dedos, al mismo tiempo que el sentimiento familiar de pánico invadió a Daryl. Rick percibió en el rostro del arquero desesperación y miedo, sentimientos que él conocía perfectamente. Sin dirigir la mirada a su amigo, Daryl echó a andar a paso rápido, no sin antes guardar la piedra preciosa en el bolsillo del pantalón.

– ¡Daryl!– Llamó el sheriff siguiendo sus pasos frenéticos hasta alcanzarle e interponerse entre ellos –Sé lo que estas sintiendo, pero no puedes irte, si los lobos vuelven y no estamos podría ser desastroso– el arquero entrecerró los ojos.

- No voy a dejarla sola... ni a los críos tampoco.

- Lo entiendo Daryl, pero no sabemos dónde están y sí a... - las palabras quedaron interrumpidas por la presencia de Tyler, quien se acercaba a ellos con determinación y actitud desesperada. Ambos hombres le observaron con extrañeza.

- Si vais a buscarles, quiero ir – Rick observó a su amigo vigilando de cerca sus reacciones.

- Voy bien solo – contestó el arquero con desprecio.

- No te estoy pidiendo permiso – replicó Tyler con gesto serio. Daryl observó su rostro tomando una decisión al respecto – voy a ir, es mi hija– Las miradas se encontraron con tanta intensidad que Rick temió que se enzarzaran en una pelea.

- Date prisa – murmuró tras unos segundos de tensión, ante la atenta mirada de Rick.

Rick avanzó de nuevo hacia Daryl intentando que el arquero cambiará de parecer, pero fue imposible, de forma que el sheriff tuvo que resignarse a que se fueran. Rick les ofreció varias pistolas con su correspondiente munición, un walkie-talkie para establecer contacto con la comunidad, unos prismáticos y el mapa de la zona de los alrededores de la comunidad.

Daryl inspeccionó los alrededores de Alejandría buscando huellas que le indicaran cual había sido el camino a seguir de los lobos tras salir de la comunidad. Las pistas eran escasas, pero logró descubrir cómo se habían adentrado a través de los muros. Informó a Rick y Deanna que en la parte trasera de la comunidad –muy poco transcurrida por los alejandrinos–, había hallado una parte del muro rasgado por alguna herramienta metálica.

Los alejandrinos, con Deanna a la cabeza ya se habían apresurado a repararlo, y se preparaban para una posible futura invasión. Al mismo tiempo que Daryl junto a Tyler, –a pesar de las advertencias de Rick–, siguieron las huellas de los lobos que por la trayectoria de éstas parecía se habían desviado por la carretera que llevaba al norte. Daryl había contabilizado cuatro pares de huellas, aunque no descartaba que hubiera más. Pero el problema llegó cuando Daryl y Tyler llegaron a la carretera perdiéndose por completo las huellas que hasta ese momento habían permanecido en el fango. Esto hizo enojar a Daryl, quien vociferó algunas maldiciones al ver que no tenían ningún camino a seguir.

-¿Y ahora qué? – Preguntó Tyler al arquero, esperanzado que él tuviera alguna alternativa. Pero solo obtuvo como respuesta una mirada dura por su parte - No tienes ni idea de hacia dónde vamos, ¿verdad? – las palabras hicieron que la rabia de Daryl contenida explotara.

- ¿Acaso tienes una idea mejor? – Recriminó Daryl agresivamente – Venga, listo, ¿por dónde debemos ir? – Increpó con dureza acercándose a él, tanto que Tyler temió que emprendiera la fuerza física, pero sin embargo Daryl solo se quedó a un par de pasos de él esperando su respuesta – Si quieres puedes ir solo, a ver quién muere antes.

El arquero apartó su mirada volviendo a observar a su alrededor en busca de algún indicio que le proporcionara alguna pista indicándole el camino a seguir, al mismo tiempo que intentaba calmar su ansiedad por no encontrar nada. Las palabras de Tyler le habían encendido aún más. Daryl era consciente que sin una pista fehaciente, era inútil emprender una búsqueda como esta. Pero sin embargo, no podía permitirse rendirse. El temor de perderla de nuevo le había nublado la racionalidad.