Capítulo XVI

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  XVI: Lo veo y no lo creo.

Demian y yo estábamos planeando como destruirlo, anotando sus puntos débiles y los temas que sabía yo que le afectaban es algo que había aprendido a lo largo de los años que se comunicó conmigo.

—Nos faltará ayuda, Eos sé que no quieres que nadie más se entere de esto, pero si queremos que salga bien y a la perfección necesitamos a más personas.

—No —respondo negando aun sabiendo que tenía razón.

—Vamos, Eos ¿Confías en mí?

Claro que confiaba en él y eso me asustaba porque no debía. Claramente, no debía confiar en nadie, pero solo había dos personas que me han querido ayudar a acabar con él y Demian era uno de ellos, la otra persona era Beck y él ya estaba muerto.

Por eso tenía que acabar con él, no podía seguir permitiendo que más gente muriera a sus manos.

Demian aún esperaba mi respuesta.

—Si —fue lo único que dije.

Aún no estaba de acuerdo con que quisiera incluir a más gente, habíamos planeado decires a Dylan y a Lucy absolutamente todo para que así y él les intentaba hacer algo, ellos pudiera defenderse.

—En ese caso ya viene para acá.

—¿Quién es?–inquieta, pregunte, no me gustaba el misterio.

No sabía quién era la persona que se uniría a nosotros para destruirlo, le había dicho que yo también podía traer gente de mi suma confianza, pero se negó y no puede hacer nada, ya que su argumento había sido bueno, pero yo no me había rendido tan fácil.

 —Puede que en vez de ayudarnos podrían perjudicarnos, Eos puede que trabajen para él y te mientan.

Sabía que podía tener razón.

—Como sabes que tu amigo no haría lo mismo. —contra a taque

—Porque lo conozco.

—Yo también conozco a mis amigos, no eres el único que puede decidir.

—Vamos, eso ya lo sé solo pretendo ayudar, no te pedí que trajearas a uno de tus amigos por qué sabia que te dolería si le pasaba algo o él intentaba hacerle daño.

—Pero...

Se acercó a mí para mirarme directo a los ojos.

—Ya perdiste a mucha gente, Eos no quiero que pierdas a más personas.

—Tú tampoco mereces perder a nadie.

Me respondió, pero no como esperaba, sino en su idioma.

—Ich will nicht, dass du weiter leidest, du verdienst es nicht.

La suya por si acaso

—Algún día tendrás que decirme que significa todo eso que dices.

—Claro, algún día lo haré.

El timbre sonó.

Tuve un mal presentimiento, pero no se lo diría, Demian no interferiría en eso, así que el camino hacia la puerta para abrir.

—Hola.

Yo conocía esa voz, esto no podía estar pasando. Mi corazón se detuvo por unos momentos ante la idea que paso por mi cabeza.

Ya estamos locas porque estamos alucinando.

—Eos, te presento a...

Demian no siguió en vez de eso, me miro.

La Última Vez Que Nos Veremos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora