Al fin era jueves, eso quería decir que faltaba un día para el viernes y pronto el tan anhelado fin de semana. Wednesday se encontraba un poco más feliz, de alguna forma. Últimamente sentía que tenía una ventaja sobre la rubia, y era molestarla.
Seguía sin comprender por qué la rubia terminaba rabiando, pero cada vez que Wednesday le hablaba a una chica o era muy coqueta con un chico. Enid la miraba como si fuera a jalarla del cabello.
Hoy en la mañana, en el laboratorio de biología, había sido alucinante pero no del todo, ya que terminó con un encéfalo de vaca en su cabello.
Ella tenía como compañera de mesa a Miranda, una chica linda de su clase. Nunca habían hablado mucho pero hoy decidió ser muy encantadora con ella y, extrañamente, la chica le habló de forma muy animada. Aún recuerda cuando dijo un comentario sobre sus ojos y la chica se sonrojó. Wednesday se felicitaba interiormente, no sabía que tuviera algún talento para coquetear y menos con las chicas.
Miró divertida como toda la clase Enid cortaba el encéfalo prácticamente clavando el cuchillo en la tabla mientras observaba a Miranda, luego la fulminó con la mirada a ella y Wednesday prefirió mantenerse alejada. Había sido el colmo cuando Miranda, con más confianza, había dejado un beso en la comisura de los labios de Wednesday, al despedirse. Antes de que pudieran hacer algo, Wednesday sintió un objeto pegajoso en su cabello. Era un tentáculo de el animal que acababan de disecar y Miranda también tenía varios pedazos.
Enid estaba riendo con sus amigas e hizo una cara de << Yo no fuí >> tan falsa, que por esa razón Wednesday no le dijo sus cinco palabras. Pero igual seguía feliz, porque al salir a limpiarse cuando volvió se encontró con que Miranda estaba hablando con una amiga suya a lo lejos y ahora Enid debía ser quien ayudara a la chica pálida.
Le pareció perfecto, duró una hora entera escuchando los insultos de la rubia cuando ella se equivocaba y también viendo como rodaba los ojos, sus hermosos ojos. El problema era, que después de salir de aquella burbuja, cayó en cuenta de todo ¿Qué coño estaba haciendo? No intentaba llamar la atención de ella, sólo le gustaba fastidiar a Enid porque era una perra con sus amigas. Sí, sí, esa debía ser la razón. O eso se dijo mientras iba al salón, para su sorpresa no encontró a ninguna de sus amigas ¿Dónde podrían estar?
Intentó ir por los pasillos buscándolas, decidió ir a ver al campo de fútbol. Las tres estaban allí, observando a los chicos entrenar y todos, incluso Ajax, lucían muy bien con el uniforme azul y el casco. Divina comía unas papas de su bolsa mientras sus piernas estaban estiradas hacia adelante, Bianca y Olivia charlaban distraídamente de cosas triviales.
— No sabía que iban a estar aquí - dijo sentándose junto a Olivia y observándolas.
— Claro, se supone que hoy dan los resultados. Todas debemos estar aquí y ustedes, que son mis fieles amigas, también - dijo la pelinegra, encogiendo los hombros. Después se acercó un poco más, susurrando — Además, creo que tengo un flechazo por el defensa.
Se refería al chico de cabello castaño con mechas celestes y ojos café, ese era Kent. Wednesday lo recordaba ya que fue él quien una vez el año pasado le tomó una foto cuando estaba bañada en pintura, obviamente por una broma de Enid.
— ¿Topaz? Es un idiota - afirmó, y la chica hizo una mueca.
— Tú también te fijas en la rubia idiota y no te digo nada. Gustos son gustos, querida - dijo cruzandose de brazos y mirando divertida a su amiga, que tenía un rubor delatándola en las mejillas.
— Yo no me he fijado en nadie - rebatió Wednesday, muy a la defensiva y Bianca se rio en su cara.
— Oh para nada: Chica-babeo-por-la-rubia-en-uniforme, lo dejaste bien claro - robó una papa de la bolsa de Divina y esta se quejó.
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Wenclair - Rivales
RomanceWednesday Addams comienza la secundaria sintiendo las burlas de sus compañeros, entre un grupo de chicas que la fastidian conocerá a la popular Enid Sinclair. Comenzará una rivalidad entre ellas, llegando a odiarse a muerte. O al menos eso es lo que...