Enid estaba ligeramente arrepentida, ahora, en el vestidor de las animadoras.
¿Cómo terminó aceptando ser novia de Ajax?
La respuesta era simple: apariencias.
Él era un buen jugador de fútbol, lo había demostrado hace dos semanas al entrar al equipo. También era popular, todas querían salir con él.
Además, Enid era una animadora, era casi por un equilibrio social colocarse de novia con él. Era lo normal, lo correcto. Pero se negaba a aceptar la razón más probable, quiso salir con él para sentirse bien consigo misma, que era como cualquier otra chica linda y popular.
Que no era aquella Enid Sinclair que le incomodaba, esa extraña chica con mariposas en el estómago y tontos pensamientos sobre Wednesday Addams. Esa Enid era anormal, no tenía sentido, nunca pensaba con claridad alrededor de la pelinegra y sentía extraños impulsos de agarrarla de la mano y entrelazar sus dedos, al verla en el pasillo.
La rubia prefería a la otra Enid, la normal, con preocupaciones tales como si recibiría un vestido para Navidad o si los chicos la invitarían a salir, la cual era ella misma hace un año atrás, antes de conocer a aquella chica del demonio. Ajax era lo único que la mantenía cuerda, o la hacía sentirse así, que le gustaban los chicos.
Se repetía así misma que lo que sentía por Wednesday, si es que se podía definir como un sentimiento, era extraño e incorrecto y sobre todo seguramente un encaprichamiento juvenil.
Nada más. Estaba segura, creía, de que era heterosexual. Claro. Enid Sinclair aseguraba ser completamente heterosexual.
¿Lo que le sucedía? Posiblemente un lapsus....una incoherencia en su crecimiento adolescente.
Respiró profundo, se sentía más segura al anotar sus inseguridades en su diario. Y desde que Wednesday apareció en su vida, vaya que había escrito.... varias páginas en él.
-¡Por supuesto, chicas! - escuchó la voz de la amiga de la pálida, aquella que le caí tan mal, Olivia.
Frunció el ceño, aún sin verla, irritándole su voz, aunque no encontraba una razón exacta por la cual detestaba a la pelinegra. La chica entró a los vestidores, despidiéndose de unas amigas suyas antes de ir a su casillero. Hace pocas semanas que eran nuevas en el equipo, pero llevaban una pequeña rivalidad, quien hacía mejores giros o quien dirigía los entrenamientos.
Enid casi siempre ganaba, debería de sentirse victoriosa al ver la mirada resentida que le daba la chica durante aquellos momentos. Pero cualquier felicidad desaparecía al recordar que Olivia era amiga de Wednesday, tenía derecho a sus sonrisas, a abrazarle, a pertenecer a la vida de la pelinegra.
Enid sentía envidia, y se enojaba muchísimo con ella misma por aquellos pensamientos absurdos. Por ello detestaba a esta versión de Enid Sinclair, la verdadera no sentiría celos por semejante tontería.
La rubia sonrió con sorna, mientras terminaba de hacerse una cola de caballo.
-¿Lista para comer el polvo hoy, Livi? - cerró la puerta de su casillero, colocando las manos en su cadera con intención de intimidar.
Olivia sonrió, pero con diversión, hizo lo mismo que la otra chica, ladeando la cabeza.
-Esa serás tú, plástico - le rectificó antes de darle un guiño y comenzar a caminar a la salida. -
— No llores cuando me toque dirigir el entrenamiento, Sinclair.Enid apretó los labios, aún sin dejar de sonreír falsamente.
-Eso crees tú, me das lastima-soltó con desprecio.
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Wenclair - Rivales
RomanceWednesday Addams comienza la secundaria sintiendo las burlas de sus compañeros, entre un grupo de chicas que la fastidian conocerá a la popular Enid Sinclair. Comenzará una rivalidad entre ellas, llegando a odiarse a muerte. O al menos eso es lo que...