Wenclair - Rivales

CAPITULO 29

Ya habían pasado dos semanas desde que Wednesday había sido huésped en la casa de Enid, aun sonreía al recordar a la pequeña Susan. Pero el miedo la había vencido y siempre se aseguraba de ver a la animadora desde lejos, sin acercarse del todo, como lo hacía en estos momentos. Estaban sentadas en las gradas del campo mientras veían a Olivia entrenar (En realidad, ella veía a Enid y Divina pretendía no estar mirando a Yoko)

-Ustedes dos, son patéticas - se lamentó Bianca, tomando un sorbo de su refresco, Wednesday frunció el ceño y Divina rodó los ojos.

-Te buscaremos un novio, Barclay - comentó con gracia y Wednesday sonrió, apoyándola.

-Es urgente, ya me siento la solterona del grupo y ustedes aún no están de novias - dijo dándose aire con un cuaderno, llevaban haciendo los deberes de química, pero eran una lata.

-Yo digo que Wends debería de ponerse de novia con la mini rubia - dijo Divina logrando que la chica sonriera, les había hablado sobre Sue y sus amigas habían quedado encantadas.

-Sería mucho más fácil - se lamentó, observando a su chica dar vueltas en el aire, la lanzaron y aterrizó en un solo pie. En verdad era muy buena en eso.

Wednesday logró verlas mientras descansaban, se extrañó al visualizar como Olivia se acercaba a Enid y las dos comenzaban a hablar. No parecían amigables, pero tampoco molestas entre si ¿De que estarían hablando? Pronto, Enid dijo algo que hizo fruncir el ceño a Olivia, la morena sólo sonrió antes de darse la vuelta y hacer su salida victoriosa, dejando a una sonrojada y enojada Enid a un lado. Wednesday río por debajo, ya que Enid se veía adorable cuando se enojaba y más al hacer esa pose de diva, era la misma que había utilizado Susan el otro día. Ahora, la morena no podía ver un plato de nuggets o pudín sin sonreír al recordar a la niña, también estaba encantada con la hermana de Enid. De seguro era un don que tenían las hermanas Sinclair sobre ella.

-Div, tu chica no te quita los ojos de encima - susurró diabólicamente Bianca y Divina se volvió a ver a Yoko.

Era cierto. La asiática mientras tomaba un trago de agua, luciendo el uniforme, mantenía sus ojos fijos en Divina. La miraba de una forma diferente, parecía adoración, logrando que la castaña se sonrojara y bajara el rostro, para leer el libro entre sus manos.

-No creo - dijo ella, ignorando a sus dos amigas que sonreían cómplices.

-Me pareció ver a Yoko un poco bobita contigo ¿Se han visto últimamente? - preguntó Wednesday, dándole un guiño, y provocando que su mejor amiga escondiera el rostro detrás del libro que leía.

-Bueno, ayer ella... bueno, ella y yo hablamos por teléfono - confesó con una sonrisa tímida, para luego suspirar
—Duramos hasta la madrugada

-Eso es bueno, Div - la felicito Bianca mientras la chica suspiraba, triste.

-Pero en la escuela actúa tan... tan diferente - dijo finalmente y Bianca torció la boca en una sonrisa.

-¿Diferente?

-Últimamente sólo nos fastidia a nosotras dos y a ti te mira como tonta - comentó su amiga, acentuando más el rubor de su amiga —Y como te está comiendo ahorita con los ojos ¿No lo ves?

-No estoy segura de nada - suspiró, cansada, aunque ahora sonreía un poco.

-Qué suerte - dijo Wednesday tristemente, recostándose sobre las rodillas, y sus amigas la miraron como si estuviera loca.

-¿Wends? No estés así, Enid también... - comenzó a decir Divina, pero Bianca le hizo señas para que callara, era mejor que se enterara por boca de la animadora —Ella también podría sentir algo por ti.