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O24

CAPÍTULO VEINTICUATRO

Hoseok había estado la mañana del día anterior en el supermercado junto a su novia en busca de aperitivos para el día, caminaba por los pasillos con ella a su lado y el carrito de compras siendo arrastrado. Él reía por los chistes de la pelirroja, era una chica joven que conoció hace un par de años, se enamoraron y ahora viven juntos. Como una película de amor donde sin pensarlo ambos prometieron estar juntos eternamente, ha conocido a personas que se amaron mucho, y dos de ellas eran ellos: Min YoonGi y Kang Hae-in. Sus compañeros de salón, los más famosos de Daegu por permanecer juntos hasta los diecinueve años, eran –en ese entonces– la prueba viviente del amor.

¿Dónde quedó todo eso? Hoseok aún no comprende como una relación de vida terminó siendo dejada tan fácil. Pero lo que él no esperaba en esa mañana, fue verlas a ambas juntas.

Ha visto a su amigo muchas veces con EulKi, su nueva novia y a quien le pidió matrimonio. Es una chica también más joven, con un carisma envidiable, y una sonrisa encantadora. El tipo de mujer amable con todos, sin discriminar, muy a diferencia de Hae-in, alguien mayormente poco expresiva ante alguien que no le agrada, y ese es el caso de la nueva novia.

La pobre jovencita le hablaba tratando de caerle bien.

Por lo que escuchó, la estaba invitando a…

—Oh, mierda. —dijo el Min desde la otra línea, golpeó su cabeza contra el casillero— Mierda, mierda, mierda…

—Sé que se supone que es sorpresa, pero demonios, me preocupaba cómo podrías reaccionar al tenerla a ambas allí. Yo no creo que le seas infiel a EulKi, pero… bueno, es Hae-in, y todos sabemos quién es ella en tu vida.

—No le soy infiel. —gritó en un susurró desesperado— Demonios, Hoseok. No soy ese tipo de hombres.

—Eres sentimental YoonGi, y Hae-in es inteligente, por lo que si ella quisiera estar contigo ya lo estaría. Confío en ambos, sé que no están en una aventura.

YoonGi mordió su uña con ansiedad— ¿Crees que EulKi piensa que nosotros…?

—El primer amor es difícil de olvidar, ¿No? —suspiró— Yo creo que deberías poner bien en claro tus sentimientos, no puedes llegar a esa fiesta de aniversario sin saber a qué mujer amas en verdad.

( … )

El salón estaba en completo silencio, era un examen difícil pero necesario, puesto que se hallaban en el cierre de notas primordial. Pero por ser primer año, la castaña decidió ser más leve con ellos, les dio diez preguntas con un 'verdadero o falso' sencillo para quien estudió. Los primeros treinta minutos pasaron volando, ella terminaba de organizar su agenda para la semana y algunas tareas de otros salones mientras los alumnos trataban de copiarse sin saber que ella los veía, una sonrisa se deslizaba de entre sus labios, era gracioso.

En su juventud jamás tuvo la necesidad de copiarse, pues aunque sin quererlo intencionalmente, ella podía retener cualquier tipo de información aprendida en los libros. Fue ese don nato que la llevó a ser número uno durante toda la secundaria, y claro, también en la Universidad. Le hubiera encantado usar su talento para otra cosa en vez de ser profesora, aunque escribir libros donde ella es la autora era su mayor sueño frustrado.

Tock Tock.

La puerta siendo tocada la hace desviar la vista, viaja a la ventana de ésta y ve una cabellera pelinegra asomándose. El profesor Min de deporte se encuentra del otro lado, ¿Qué hace allí?

Hae-in suelta un gruñido por lo bajo.

—¿Quién terminó? —una alumna levanta la mano en la primera fila— Cuida que nadie haga trampa y te sumo un punto.