Extra 2

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— Enserio eres muy lindo.— le repetía un alfa que estorbaba su camino.

— Ya te dije que ya lo sé.— contestó entre gruñidos.— ¿Qué más quieres? ¿Un gracias? No, porque yo sé que soy lindo. Ahora muévete que me esperan.

Trato de esquivarlo para poder salir de la universidad pero aquel molesto idiota se colocó nuevamente frente a él y lo tomo de la muñeca.

— Mira pedazo de mierda, no te hagas la gran cosa por salir en revistas.— le gruñó entre dientes tratando de simular una sonrisa.— Estoy siendo amable contigo, debes serlo conmigo también.

— No tengo por qué.— le contesto tirando para zafarse pero no lo logro.— Y no te recomiendo molestarme porque...

— Beomgyu.— se escuchó en un tono frío que le heló los huesos al alfa que lo tenía sujeto.— ¿Por qué tardas?

— Perdón amor, tengo un pequeño problemita frente a mí.— dijo sonriendole con dulzura y señalando con su mano libre a aquel tipo que inmediatamente negó aún sin soltarlo. Choi Yeonjun, su profesor de secundaria y ahora pretendiente, le tomo el hombro al tipo y lo empujó contra la pared girandolo para que lo viera, luego colocó su mano sobre la que aún sostenía a Lee y con fuerza abrió los dedos del contrario haciéndolos sonar y robándole un alarido al alfa contrario.

— Él tiene alfa, ¿Entiendes, basura?— le gruñó acercándose más a él.— Y si te vuelvo a encontrar tocandolo te romperé más que solo los dedos.— luego lo soltó y se acomodo el cabello mirando a Gyu.— ¿Listo?

— Claro.— sonrió este y se colgó a su brazo.

Le sucedía seguido aquello desde que se había presentado como omega oficialmente y ni hablar de cuando entro a una universidad. Por suerte siempre estaba alguno de sus hermanos o primos alfas y bueno, también Yeonjun.

Quizás debería considerar dejar de lado la carrera de modelo profesional que había empezado de adolescente. Aún se preguntaba cómo sus primos habían podido lidiar con ello desde muy pequeños.

El mayor miro sus manos, específicamente sus muñecas y cuando estuvieron frente al auto tomo con delicadeza la que había sido sujetada por el tipo aquel. Soltó un suspiro y luego le dio un beso en aquella zona haciéndole cosquillas el estómago y el alma.

— Te saldrán moretones.— le dijo triste.

— Está bien, se irán pronto.— le aseguró mirando también las marcas rojas que habían quedado allí. Su piel era demasiado sensible y con un mínimo roce obtenía moretones.

— Deberías dejarme marcarte con mi olor.— le insistió como siempre lo hacía.

— Ya sabes lo que pienso de eso.— bufo poniendo sus ojos en blanco.

— Si, que es cosa de cavernícolas pero así dejarían de molestarte.

— O solo crearían nuevos rumores de que me acuesto con cualquiera solo por decirme que soy lindo o para tener buenas notas.— le recordó.

— Entonces tendré que clavarte los colmillos.— comentó con una sonrisa burlona y Gyu lo empujó.

— Lo haces y te asesino.— río pero se acercó a darle un beso en los labios.— Estoy bien, vamos, ¿Donde querías llevarme hoy?

— A casa, ya dejé el almuerzo listo.

— Agg odio que seas tan cursi.— se quejó pero el mayor sabía que secretamente le gustaba.


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— Entonces me dijeron que el azul era mi color, y obviamente les respondí "Obvio bobis, cualquier color es mi color, ¿me haz visto?"— le contó actuando como lo había hecho en ese momento y el contrario río levemente acercándose a limpiarle la comisura del labio que se había manchado con salsa.

Teacher! Can I Kiss your baby? Please.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora