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Al día siguiente, Albus se enteró por la mañana de lo que su hermana había estado haciendo la noche anterior. Aprovechó para acercarse a ella en el desayuno.

-Lily Luna Potter -dijo intentando parecer severo-. Soy consciente de lo que hiciste anoche y estoy muy decepcionado.

-Pero vamos a ver -repuso Lily-. ¿Tú quién eres ahora? ¿Papá? Puedo hacer lo que quiera cuando quiera porque soy la favorita. Si quieres echarle la bronca a alguien, échasela a James, que se tiró media noche haciendo la manteca con Polly Chapman y la otra media con Alice Longbottom. Ya sé lo que piensas, que es un puto cabrón pervertido, ya lo sé, yo también lo creo.

-Le dijo la sartén al cazo -dijo Albus.

-Y también sé que te intentaste tirar a la Ravenclaw esa. Es una malhablada y maleducada. También es una estúpida.-dijo Lily con desdén.

Albus se volvió dignamente, pero daba pena en vez de respeto.

Raven lo escuchó todo y después de partir la cuchara en dos por la rabia, decidió actuar.

Esa misma noche, Raven siguió a Lily en la hora de la cena. Cuando llegaron, Raven se dio cuenta de que era el baño de Myrtle la Llorona. Cuando entró Lily, ella se metió lo más sigilosamente que pudo.

Lily apenas había salido del baño cuando Raven la miró con una prueba positiva en la mano.

Lily se puso a gritar como si hubiese visto un fantasma.

-¿Qué tienes ahí?-preguntó Raven con susto. Literalmente Lily estaba en el peor de los líos. Ahora era ella la que tenía cara de haber visto un fantasma.

-¿Qué? ¡Me has seguido!, ¿cómo te sientes, estúpida? ¿Genial por no dar palo al agua en tu puta vida? - le escupió en la cara Lily.

-Eres tú la que tiene problemas- dijo Raven y señaló la prueba de embarazo positiva.- Y tendrás muchos problemas si sigues hablando mal de mí.

-¿De qué hablas? - dijo pareciendo empezar a estar asustada.

-Primero se lo diré a tu hermano y como es un bocazas se lo dirá a sus amigos. Y sus amigos a sus amigos, hasta que todos lo sepan.-dijo Raven con cara de malvada.

-¿A que hermano se lo dirás? -preguntó Lily. Raven se quedó sorprendida a su pregunta. - Porque creo que va a dar igual. Ambos son igual de bocazas... Mejor incluso díselo a tus amigos bocazas porque me parece que si se lo dices me van a castigar...

-Me da igual. - la interrumpió Raven en seco, después cogió la prueba y salió corriendo.

-Bueno, tengo otra. ¡No me importa!

Pero ya no la escuchaba.

Buscaba a Albus, la única persona que la ayudaría sin recibir nada a cambio.

-¡Eh, tú!-gritó Raven, jadeando-. Mira.

Le mostró la prueba de Lily.Albus miró, y con la cara blanca dijo:

-¿De quién es? - preguntó Albus, empanado.

-De tu hermana, si se lo dices a todo el colegio, te consigo una cita con quien tú quieras. No valgo yo.

Albus se fue corriendo a cumplir la orden.

Lily, sollozando, buscaba a Lorcan entre todos los alumnos de Ravenclaw que se apelotonaban en la mesa de esta casa. Un rato después, cuando lo encontró, le dijo:

-Tenemos que hablar.

-Espero que no me vayas a dejar, porque no llevamos ni dos días saliendo y no nos ha dado tiempo a disfrutar...

-No te preocupes, podemos disfrutar todo lo que quieras dentro de nueve meses, con mi hijo -dijo ella con ironía-. Y tampoco sufras por quién es el padre, porque te lo resumo en una palabra: tú.

Lorcan se desmayó al instante.

Poco después el colegio entero se había enterado del rumor y lo más gracioso es que los profesores, sabiéndolo no hacían nada. Ni escribieron a sus padres, ni la riñeron, ni nada de nada. Así que literalmente, Lily se había salido con la suya. Por poco tiempo.

Albus cogió a Raven de la mano y la llevó a una esquina. Cogió una cinta métrica y se puso a medirla.

-¿Pero qué haces, desgraciado? -preguntó ella entre asustada y sorprendida.

-Medirte -respondió él-. Y te preguntarás para qué. Pues bien, es para ver si estás lo suficientemente buena como para hacer los honores de hacer conmigo la manteca.

Raven le arrancó la cinta de las manos y le zurró con ella, a modo de látigo.

-¡AAAYYYYYYYYYYYYYY! ¿Qué tiene de malo querer hacer la manteca por primera vez?

Antes de responder, Raven se largó.

-¡¡VALE!! ME RINDO- gritó Albus. - Cogeré a otra. El caso es que quiero perder mi virginidad.

Media hora después Rose iba de camino a la biblioteca y escuchó un ruido extraño, se asomó y vio a su primo con Polly Chapman haciendo algo innombrable.

-¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!-gritó Rose como una loca.-¡¿Qué haces, Albus?! Bueno sé lo que hacía, pero¿ por qué aquí?

Albus y Polly se ruborizaron notablemente mientras que se apañaban un poco la ropa. James observaba la escena desde el fondo de la biblioteca, e indignado completamente, murmuró: "Pequeño renacuajo no te creas que te vas a salir con la tuya. Nadie, ni siquiera tú te vas a esperar lo que va a pasar" hizo una pausa y continuó con más alegría: "¡Me voy a tirar a otra!".

Al día siguiente, Raven se encabezó en que quería llevar pantalón y no falda.

-Tienes que llevar falda porque eres una chica -le decían.

- ¡HE DICHO QUE NO, COJONES! - gritaba ella-. Yo quiero pantalones.

Cuando todos se fueron al Gran Comedor, Raven aprovechó para colarse en el dormitorio de los chicos para robarle unos pantalones a uno que le caía mal.

Dabria estaba sentada en el comedor, comiendo una tostada y mirando fotos en Pinterest. Albus, que era un cotilla, asomó la cabeza por encima del hombro de ella, y se encontró con chorrocientas fotos y vídeos de chinos con pelos de colores que cantan y bailan.

-Pero... -empezó a decir Albus- Dabria, ¿¡QUIÉN NARICES ES ESE CHINO!?

-No es chino, es coreano, cacho burro -dijo ella-. Analfabeto, que es lo que eres. Y cualquiera de ellos es millones de veces más guapo que tú.

Albus, que era melón como él solo, gritó:

-¡¡RAVEN!! Tu prima prefiere a los chinos antes que a mí, ven a decirla algo.

Raven se acercó y le dio dos cachetadas en la cara.

-Pues, Albus, siendo sinceros -dijo Raven-, cualquiera es más guapo que tú.

Albus, aún más cabreado que antes, fue a buscar a Lily.

Un rato después volvió con Lily. Ella dijo:

-A ver, ¿quién de aquí es la que prefiere a los chinos? -Dabria levantó la mano- ¿Se puede saber por qué?

Dabria respiró hondo para no pegarle un wantazo y ponerla en órbita.

-Porque sí.

Lily no respondió porque ya estaba McGonagall diciendo que quien no se fuera ya a clase se iba a ganar tres horas de castigo al estilo de Filch, así que como ya conocían todos los métodos del conserje, salieron del comedor cagando leches, con wantazos, collejas, empujones, insultos y patadas en sitios innombrables, etc.

Al llegar a clase, cuando todos estaban trabajando, Theodor Nott se tiró un pedo tan sonoro que, si estaban en la torre de Astronomía, Rose se apostó el culo a que también se había escuchado en las mazmorras. Toda la clase empezó a reír a carcajadas. Nott se puso como un tomate pocho (porque con esa trompeta en el culo muy bien no podía estar), se tiró por la torre. Total, nadie le echó de menos, ni siquiera sus padres.

Aclaración: la expresión hacer la manteca es equivalente a hacer el amor

El legado maldito pt. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora