Especial: Partido de Quidditch

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Llegó el día del partido de Quidditch tan esperado entre Gryffindor Y Ravenclaw. Tal y como pensó Rose, Lyssan terminó aceptando ir con ella aunque no se le veía muy... convencido de lo que hacía.

-Recuérdame de nuevo por qué estoy haciendo esto, Rose.

-Para que Dabria se enamore de ti hasta las trancas y que Scorpius sienta celos y deje de verse con la estúpida de Danelle -respondió ella sin pensarlo casi.

-No sé... Creo que este plan tiene lagunillas -dijo Lyssan.

-Es un plan perfecto. P-E-R-F-E-C-T-O. Perfecto. ¿Qué puede salir mal? -preguntó ella.

-Muchas cosas. Lo primero, Scorpius sabe más que de sobra que me gusta Dabria. Segundo, si se pone celoso, más que ir corriendo a tus brazos se irá con Da... -Lyssan no pudo terminar la frase porque Rose le puso la mano en la boca.

-No menciones el nombre de esa anormal de carrito en mi presencia -Lyssan aceptó la norma que Rose le acababa de imponer y simplemente se calló-. Ahí vienen Albus, Scorpius y la imbécil, si te preguntan, dices que estás cansado de que Dabria no te dé bola y que ahora te gustan más las Ravenclaw. ¿Me has oído?

Lyssan asintió como pudo, ya que Rose no había quitado la mano de su boca y empezaba a hacer mucha presión. Finalmente le soltó.
Albus se acercó a saludar. Sabía muy bien de que iba todo esto. Scorpius helado cedió porque Albus ya le había contado de sus sospechas. Danelle siguió a Scorpius como el patito que sigue a su madre, de forma despreocupada.

-¡Prima! ¿Vas a ver el partido?- la incordio Albus con una sonrisa pícara. - ¡Anda! Has venido con el novio de Da... Dabra? No, no era así. -él sabía perfectamente como se llamaba Dabria por la cantidad de cartas que intercambiaba con Raven, su no-novia (por ahora).

-Se llama Dabria y es solo una amiga. La verdad es que está muuucho mejor la Ravenclaw que tengo a mi lado. - dijo Lyssan intentando ir de chulo, pero definitivamente no era una de sus virtudes. Albus y Scorpius intercambiaron miradas.

- Eso debe ser un golpe bajo, ¿no? Quiero decir, ahora mismo todos sabemos por lo que está pasando Raven y Dabria la acom... - empezó Albus mientras Scorpius se tocaba el pelo intentando disimular su vergüenza.

-¿Qué está pasando? - preguntó Danelle con ese tono que hacía que a Rose se le hirviera la sangre.

-¡Callate, Danelle!- dijeron todos al unísono. Danelle indignada dió media vuelta y se fue a sentar en las gradas.

-Bueno, por donde iba... ¡Ah! Ya me acuerdo. Que Dabria la acompaña en ese viaje que para ella es muy duro. Sin embargo, su mejor amigo, también la persona de la que está coladita hasta los huesos, se va con una amiga suya- continuó Albus-. ¿No te parece... horrible por tu parte?

En ese momento, Rose y Lyssan se quedaron boquiabiertos.

-¡¡ESO ES IMPOSIBLE!! ¡¡TODO EL MUNDO SABE QUE A DABRIA NO LE GUSTA LYSSAN!!-gritó Rose de un arrebato.

Lyssan se levantó y se fue con Lily que estaba sola en un lado de las gradas. Rose estaba realmente arrepentida de sus palabras. Quiso pedirle lo siento en el momento en el lo dijo.
Scorpius se le acercó al oído y dijo:

-Si me quieres poner celoso, inténtalo mejor. Yo no quiero nada más con esa y te dije que no sabía lo que hacía y te lo voy a demostrar.

-Ya lo veremos. -dijo Rose antes de que se acercase a Polly, aunque no parase de alardear de su novio y de lo bien que jugaba, serían mejor compañia que la novia de su hermano (Mavra). Esa era una auténtica víbora.
Scorpius y Albus se sentaron con Danelle a ver el partido.

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Albus, Danelle y Scorpius charlaban relajadamente.

-¡10 puntos más para Gryffindor!- exclamó el comentarista.

Scorpius, Danelle y Albus iban con Ravenclaw. Después de todas las desgracias que les habían hecho pasar la casa de Gryffindor desde luego no la iban a tener mucho aprecio.

-¿Has visto a aquel de allí? - dijo Danelle impresionada.

-Ese es mi hermano, James- dijo Albus acompañado de un suspiro.

-Me voy- se despidió Danelle.

-¿Y eso? -preguntó Scorpius.

-No me haces ni caso, estás loco con esa Ravenclaw pelirroja que me tiene harta y claramente ese Gryffindor tiene más pinta de caballero -resumió Danelle.

- ¿Me estas diciendo que no parezco un caballero? -la voz de Scorpius denotaba cierta sorpresa, pero no de las agradables.

-Tú te portabas como un caballero conmigo las primeras dos semanas hasta que decidiste que te gustan más las de corbata azul -rebatió Danelle-. Desde que hablaste con ella me tratas muy mal, hablar contigo es como hablar con la pared.

-Estoy seguro de que la pared te hará más caso -intervino Albus.

- ¡No te metas, Potter! -gritó Danelle. La gente que estaba alrededor de ellos en la grada se giró a ver qué pasaba, pero pronto volvieron a destinar su atención al partido-. Aunque tiene razón. Scorpius, no me busques hasta que no dejes claras la cosas a la pelirroja y me elijas a mí.

-Pues hasta la próxima, ya nos veremos en la sala común -se despidió Scorpius, tratando de encontrar un hueco entre los cabezones de la fila de delante para ver bien. Danelle, indignada, apretó los puños y se fue.

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Unas horas más tarde, James estaba en la Sala de los Menesteres. Necesitaba un lugar en el que estar solo. Perder contra Ravenclaw le había sentado muy mal y quería estar a solas con sus pensamientos.

Simplemente estaba atacando a un maniquí con diversos hechizos para desfogar su ira. ¿Cómo había podido perder contra Johannes Smith? Aún no se lo explicaba. Lo único que sabía es que le daba mucha rabia.

Entonces escuchó que alguien entraba. Volteó a ver quién era y se encontró con una Slytherin, Danelle.

-¿Qué haces aquí? -preguntó James.

-Quería estar sola, pero ya veo que no se puede. ¿Y tú?

-También quería estar solo -respondió él.

-Pues ya que no podemos estar solos, tal vez podamos disfrutar de nuestra compañía -sugirió Danelle. Se acercó a James hasta que la distancia entre ellos no era más de 5 centímetros.
Pasó todo lo que os podáis imaginar.

El legado maldito pt. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora