18 Alerta

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Rose estaba sentada en la fuente mirando el horizonte. Se había olvidado completamente de que estaba leyendo (o más bien ojeando) un libro que tenía sobre sus rodillas. Había quedado con Scorpius hace unas horas, pero no tenía ni idea de donde estaba. Ella aburrida de esperar miraba el cielo despejado. Se fijó en un chico bastante agraciado con una cicatriz en la boca que llamaba la atención de Rose en el buen sentido. Él notando la presencia de Rose se acercó.

-Hola, guapa- saludó el chulo playa-. Soy Scott Davies y creo que deberíamos conocernos un poco más.

-Hola, señor Davies- le contestó Rose medio riéndose de la situación- Yo soy Rose Granger-Weasley y espero a mi novio.

-Eso no es cierto- reprochó Scott decidido-. Estuve aquí hace dos horas y estabas en el mismo lugar. O no tienes o deberías comprarle una recordadora.

Ambos rieron por un rato. Rose invitó a Scott a sentarse. Él accedió encantado. Estuvieron alrededor de media hora cuando Scorpius llegó.
Rose le dio un abrazo y Scorpius un largo beso.

-Él debe ser tu novio, ¿no?- preguntó Scott con una cara agria.

-Scorpius este es Scott Davies, Scott este es Scorpius Malfoy- les presentó Rose con una sonrisa.

Scorpius le extendió la mano con una cara seria como una sepia. El le rechazó la mano con una mirada. En ese momento, una chica rubia con ojos rasgados y marrones se acercó.

-¡Scott! ¿Dónde andabas?- gritó la chica.

-Y ahí está... - susurró Scott resentido-. Hola, Linda. Hablaba con la señorita Granger-Weasley y el señor Malfoy - esta vez lo dijo tan alto que casi le oyó medio Hogwarts.

-Soy Linda, Linda Roberts-. Se presentó ella.

- Enchantée (Encantado de conocerte) -. Dijo Scorpius extendiendo su mano.

-Tout aussi agréable de vous rencontrer (Igualmente encantada de conocerte)- le respondió en francés Linda.

-¿Son pareja?- preguntó Rose.

-No, no. Solo somos viejos amigos- respondió Scott.

-¿Qué os parece si quedamos en Hogsmeade este fin de semana? -preguntó Rose sonriente.

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Era la hora de la cena. El comedor estaba a rebosar de platos exquisitos. La directora McGonagall se levantó para hacer un anuncio importante. Ella carraspeo para anunciar;

-Hay una nueva amenaza atacando Hogwarts. Esta vez no hay duda de que es desde dentro. Nadie saldrá de este comedor hasta que sean completamente registrado todo Hogwarts. A quién se lo encuentre fuera de esta habitación tendrá que defenderse ante la propia Ministra de Magia. Quien ose traspasar esas puertas. Da igual, fantasma, mascota de cualquier tipo, estudiante y profesor (siempre que no tenga autorización). Si se preguntan donde dormirán, no busquen más. Es aquí. Mañana se suspenderán las clases y les preguntaremos casi uno por uno.  ¿Alguna pregunta?

Lily alzó la mano nerviosa.

-¿Entonces hay infiltrados entre nosotros?- realizó la pregunta Lily mientras su hermano (James) la apuntaba con su varita en la garganta para que se la oyera en toda la sala.

-Así es- respondió McGonagall desconcertada. Lily alzó la mano para preguntar otra vez-. ¿Sí, señorita Potter?

-¿Infiltrados de dónde?- preguntó Lily con el rostro más serio que una sepia.

-Las personas que secuestraron a miembros de su familia, incluida usted. También las personas que explotaron edificios en países vecinos dónde murieron un millón de personas. La próxima podría ser Hogwarts.

El legado maldito pt. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora