En picada

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Era diciembre de 1986, en un barrio no tan concurrido de Daegu en Corea del Sur. Min Yoongi tiene 23 años y vive solo, acompañado de una leve depresión por la cual tenía que tomar antidepresivos, su departamento no es lujoso, apenas puede pagarlo.

Sus padres murieron hace dos años, no tiene familia más que un hermano el cuál huyó de casa y se olvidó de él. Se dirigía a la escuela caminando, ya que su poco dinero lo ahorraría para la comida de esa tarde y no quería gastar en el autobus. Mientras caminaba, por el rabillo de su ojo derecho vio a alguien acercarse a él corriendo, giró el rostro y... no había nada.

- ¿Uh? Cómo sea. -.bufó un poco fastidiado y siguió caminando a la universidad.

Esa misma mañana juraría que vio una araña en la pared de su habitación, pero una muy grande para ser normal. 'Quizás el estrés de los exámenes ya me volvió loco.' Reía en sus adentros, pues tenía mucho qué estudiar y eso debía estarle provocando alucinaciones por su falta de sueño.

Llegó por fin, adentrándose con sigilo ya que no le gustaba llamar la atención de nadie. Se dirigió a su aula para ir a sentarse, al entrar un par de voces gritaron su nombre captando su atención enseguida, un grupo de jóvenes sentados hasta atrás del aula.

- ¡Yoongi! Aquí estamos. -.levantó la mano el chico peli naranja que era uno de sus cinco mejores amigos.

- Hola muchachos. -.saludó con una sonrisa al acercarse, miró a todos lados porque escuchaba murmullos y no quería a alguien hablando mal de él.

- ¿Qué tal? El loco se dejó de juegos y pintó su cabello. -.habló el mayor de ellos, un poquitín mayor que Yoongi.- Se te ve bien, amigo.

- Gracias Seokjin. -.sonrió más mostrando sus rosadas encías.

- ¿Cómo te va, Yoongi Hyung? -.habló el más joven de ellos, JungKook.

- No puedo presumir, me pagan una miseria en mi trabajo. Pronto debo pagar colegiatura y la jodida renta y apenas llevo la mitad de ambos gastos. Tuve que venir caminando porque era el bus o mi comida. -.sonrió como si no estuviera comiéndoselo vivo la depresión.

Todos se quedaron en un silencio algo incomodo, era demasiado difícil para su amigo y lo sabían.

- Pues..., los muchachos y yo podemos ayudarte con un poco. -.habló Taehyung, cabello castaño rizado y suéter de rombos.

- Oh no es... -.fue interrumpido.

- Nada de que no es necesario, Min. -.habló Namjoon.- Te ayudaremos a pagar, sin problema en verdad.

- ¿Desde cuándo me hablas así, mocoso? -.soltaron las carcajadas y se empujaron amistosamente.

La clase comenzaba y ellos prestaron atención, era Ciencias y era lo más entretenido hasta ahora debido a las practicas en laboratorios de la escuela.

Min nunca fue un mal estudiante, siempre trataba de cumplir con todos sus deberes correspondientes por más que el trabajo estuviera comiendo su cerebro vivo. Los profesores sabían de su arduo esfuerzo tras perder a sus padres y hermano, por lo que le daban segundas oportunidades de entregar sus trabajos y practicas con un poco de tiempo extra.

Lo que no podia lograr aun era conseguir una jodida beca, que era lo que más necesitaba si no lograba conseguir un mejor empleo.

El día era lindo, era invierno. A pesar del frío todos los días el clima era relativamente cómodo en sí, estaba lleno de frescas brisas que alborotarían el cabello de cualquiera por más fijador que éste tuviera encima.

Okay, tampoco era tanto así.

La vida de Yoongi lejos de la escuela era; una mierda. Eso estaba bien claro, ¿no es así? Sus amigos es la única familia que él tiene ahora, y los ama. Puesto que pese a cualquier circunstancia ellos siempre lo apoyarán y cuidarán aunque no sea el menor de todos, se ofrecen a compartir de su comida con él y prestarle dinero para el bus cuando ya era tarde para volver caminando. Entre todos ellos juntaban suficiente para pagarle un pasaje.

Yoongi era joven e ingenuo, pero no lo suficiente para no levantarse todas las mañanas a luchar a capa y espada con el presente que le impedía el paso a su futuro.

La primer clase terminó pronto, salieron todos juntos del aula entre risas y empujones ligeros, charlando de alguna estupidez que había hecho Taehyung o Jungkook, como siempre.

Yoongi reía alegre, era el único sitio donde podía sentirse seguro y en paz sin tanta preocupación. Se detuvo por el dolor que la fuerte risa provocaba en su estomago, sosteniéndose de la pared.

- Ya los alcanzo. -.le avisó a Jimin, que le sonrió diciendo 'no te pierdas' para luego seguir a los otros cuatro.

Min levantó más el rostro, mirando a todos lados y deteniendo su mirada sobre un chico que sostenía una sombrilla de colores, sentado en una de las bancas del jardín mientras admiraba las aves en el comedero. Había atraído su atención.

¿Quién era él?

Tulipanes para Min.® ⌈SOPE⌋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora