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Ahora estaba en otra área que el director le asignó.

Al menos eso dijo George, pues fue quien se metió a la oficina para hablar por él.

—Bien, te libraste de Fundy.

Le entregó un sobre repleto de papeles para que los hojeara respecto a todos los cambios que iban a suceder. Aunque sea unos minutos.

Aquella plática hubiera durado más de no ser por las constantes pisadas con desesperación cerca del pasillo.

—¿Crees que pase algo?— pregunto Dream, mirando a sus alrededores.

Unos cuantos murmullos hicieron que George se pusiera alerta, demasiado intrigado. Estaba consciente de lo que sucedía.

—Vámonos de aquí.

—¿Que sucede?— cuestionó el rubio con curiosidad.

—No es importante, vamos a otro lugar.

El de ojos verdes por fin pareció reaccionar, ya no soportaba más.

—¿Por que tú si puedes ocultarme cosas y yo a ti no?

Sonaba exasperado.

El heterocromatico le observó con sorpresa, haciendo una mueca de confusión mientras daba media vuelta para mirarlo fijamente.

—Dream...

—¡Estoy cansado de ser yo el ignorante!— se quejó.

Había soportado que George tuviera secretos, porque al final del día era su privacidad. Pero esto era el colmo.

El pelinegro se veía demasiado tranquilo, cosa que irritó un poco más a Dream, hasta que los labios del mayor atacaron su boca, besándole con amor.

Al principio intento alejarse del contrario, pero termino rendido entre sus brazos. No importaba que tan enojado estuviera con su chico, siempre iba a caer rendido ante él.

Cuando se separó de su novio está ya lucia menos molesto, provocando una pequeña sonrisa en el mayor.

—Ven acá— pidió, atrayendo a Dream hacia sus brazos.

Quería prevenir cualquier accidente, sabía que en algún momento se iba a enterar, pero no creía que ahora fuera conveniente.

—Murió alguien— le explico George, apegándolo mas a su cuerpo.

El rubio le miro con sorpresa, negando automáticamente varias veces con la cabeza.

—¿Quien?

—Eso aún no lo sé.

—¿Y como sabes que murió alguien?

—He presenciado demasiadas muertes por acá, se como actúan cuando eso sucede— contó de manera pacífica, como si aquello no le afectara en lo más mínimo.

Dream se había quedado sin palabras, intercalando su vista del suelo a George. Si su novio no quería hablarlo, era por algo.

Había sido un desconsiderado.

—Ven.

El heterocromatico le tomó de la mano, guiándolo hasta dentro de su habitación, después de todo estaban frente a ella cuando empezó el escándalo silencioso.

—Tuve un vida complicada en este lugar— comenzó a relatar.

Se miraron por un corto periodo de tiempo.

—Tenía ocho cuando sucedió. Dos enamorados separados por la muerte, muerte que seguramente se hubiera evitado de seguir las reglas, nada de lazos afectivos entre pacientes.

Dream jugaba con sus manos nervioso, mientras escuchaba atentamente lo que el mayor decía.

—Y luego mis mejores amigos... los perdí. Para que al final me quitaran también a Karl. Este lugar está maldito.

Soltó un bufido de frustración, acercándose al adverso para recargarse en él.

El rubio lo rodeó con sus brazos, intentando hacerlo sentir seguro. George se acurrucó.

Estaban en un ambiente demasiado tranquilo, el cual fue cortado por varios toques en la puerta.

El heterocromatico se separó del menor, carraspeando su garganta para aclararla.

—Pase.

Casi de inmediato entró Ponk. Parecía triste y angustiado.

Ambos chicos se observaron con confusión.

—Fundy...

Fue lo único que dijo el enfermero.

No eran unos idiotas, rápidamente ataron cabos.

El primero en reaccionar fue George, quien volvió a envolver entre sus brazos al contrario.

Dream parecía aturdido, pero sabían que había comprendido lo que pasaba, pues sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.

Lágrimas que no tardo en derramar.

—¿Fundy está muerto?— cuestionó con voz rota, queriendo confirmar.

Parecía que le costaba aceptarlo.

—Lo encontraron hace un momento, parece haberse suicidado— explicó Ponk, intentando decirlo con delicadeza.

Dream se aferró aún más a los brazos de su novio, quien no le soltó en ningún momento.

Le había tomado cariño a aquel enfermero.

—Dream, debes irte.

La voz se su pareja sólo logró alterarlo más.

—¿Irme?

—Cada dia este lugar es más peligroso, vete antes de que no haya vuelta atrás.

—No me iré.

—¡No seas terco!

Ponk se metió entre ambos chicos.

—Basta de peleas absurdas, ninguno se moverá de esta habitación hasta que sea el funeral de Fundy.

—Ponk...— suplico George —Dream no puede seguir aquí...

—No quiero irme sin ti...— murmuraba Dream dolido.

El mayor tenía la solución.

—Te amo, George— confesó Ponk —Yo sin ti no soy nada— y era cierto, era la única "familia" que le quedaba —es por eso que sacare a ambos de aquí.

—¿Que?

Exclamaron ambos menores.

—Quiero que se mantengan a raya... ustedes merecen otro final.

—¡Pero tú-...!— las palabras de George fueron cortadas.

—Yo seré feliz si tú eres feliz— le aclaro.

Lo mejor para ellos era separarse.

El heterocromatico hizo sus manos puño, haciendo cierta presión con impotencia.

Solo quedaba esperar un milagro.

Feelings? [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora