No sabe como es que termino así.
Llorándole a una caja donde yacía su amado.
Sus manos se aferraban con fuerza a la madera, sin querer alejarse.
Siempre asumió que no podía enamorarse y fue el que terminó más enamorado de los dos. No podía seguir viviendo sin él.
Las lágrimas no eran suficiente para demostrar el dolor que estaba sintiendo en esos momentos. Le habían quitado lo que más amaba en este mundo.
Sus labios soltaban sollozos lastimeros y desgarradores para quien sea que le escuchara. Le habían dejado en la miseria.
—¡Maldito internado, te odio!
Pataleaba con fuerza en busca de tranquilizarse, pero no había nada que pudiera calmar su corazón. Estaba perdido.
—¡Me lo quitaste todo, me lo quitaste!
Sus manos sangraban debido a la brusquedad que aplicaba a la hora de golpear lo que sea que se le atravesara.
Su rostro no estaba en mejor estado, tenía ojeras, sus labios estaban rotos, sus ojos lucian opacos, portaba leves rasguños en sus mejillas y uno que otro moretón.
"Pareces un fantasma"
Creyó escuchar la voz de Dream repetirle aquello. Eso solo logro derrumbarlo más.
—¡Maldición!
—¡George!
Ponk se acercó para poder abrazarle con fuerza y así inmovilizarlo, no quería que el menor siguiera habiéndose daño de esa manera.
—¡Suéltame!
Se removía con brusquedad entre sus brazos, buscando una liberación inmediata que no iba a conseguir.
Después de unos minutos entre forcejeos, George se rindió, sin parar de sollozar entre los brazos de Ponk, apresado.
El mayor llevo una de sus manos hasta la cabellera de George, comenzando a dejar ligeras caricias en la zona para intentar calmarlo, cosa que parecía funcionar.
—Él no me dio un último chocolate...
Sentía que se estaba asfixiando ante la presión de su pecho, dolía demasiado.
Ponk solo se dedicaba a escucharlo, no podía derrumbarse. Tenía que ser fuerte para mantener al menor estable.
—Le falto el de ayer y el de hoy...— seguía contándole George, de vez en cuando su voz se rompía debido a las lágrimas.
El mayor lo apegó más a su persona para consolarle, porque era lo único que podía hacer. No podía decir que todo estaría bien, porque no era verdad.
George no necesitaba palabras vacías, solo apoyo. Y a veces ni el apoyo es suficiente.
—Él lo prometió...
Temblaba con fuerza entre los brazos del contrario. Tenía rabia contenida. Rabia y dolor.
Unos pasos se escucharon acercarse.
Dos niños que bien conocían venían corriendo hacia la escena. El rubio platinado fue el primero en acercarse.
—Antes de dormirse, nos dio esto— Punz saco de su bolsillo un chocolate con envoltura brillante, entregándoselo a George.
—¡Es tu chocolate de ayer!— decía Sam emocionado, comprendía un poco lo que había sucedido la noche anterior, y en cierta parte estaba triste, pero aquel gesto por parte del rubio había ganado más en sus emociones.
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Feelings? [3]
FanfictionGeorge ya asumió que nunca se podrá enamorar. Dream está seguro de que si puede. •DNF