Mi querida Hija

Ella

Max: lo siento...

Como si la sesión fuera poco...

Lucy: ¿p-por?

La doctora también recomendó que nos viéramos en un ambiente menos controlado, a lo que ni Hellen ni la madre de Lucy se opusieron y, por el contrario, nos llevaron a una plaza en cuanto la cita acabó.

Max: no parecías... (lo piensa) cómoda conmigo en la sala de la doc, y ahora estamos aquí.

Las dos adultas nos seguían a lo lejos el paso mientras caminábamos nosotros dos por delante. Ellas hablaban y reían tanto, me hacía preguntar cuál era el secreto de Hellen para hacer que otros intimen tan fácil, en ese momento, con admiración, pues no sentía que Lucy y yo congeniáramos muy bien.

Lucy: no es eso, solo que... yo debería decidir a quien decirle y a quien no, pero, mi mamá... no sería la primera vez que lo dice en publico o hace cosas como estás. Sé que podría haber reaccionado peor, pero... se esfuerza demasiado.

...

Max: ¿c-como empezaste?

Me atreví a preguntar. A pesar que en realidad aún no sabía como verlo o verla, me daba curiosidad saber. Es difícil no pensar en una ella cuando la vez, pero es imposible ignorar que es un él cuando te dicen la verdad. Todo esto me confunde.

Lucy: como un juego... mi prima me vestía cuando iba a su casa, después empecé a ocultarla en mi mochila para usarla escondidas cuando mis padres no estaban.

Lo último me causó un gran deja vu.

Lucy: ¿y tu? ¿en que etapa vas?

Tragué saliva.

Max: e-en ninguna... esto, solo es un error.

Lucy: oooh... en esa.

Asentí sin prestar mucha atención, pero después sacudí la cabeza confundido.

Max: momento... ¿Cómo que en esa etapa?

Lucy se adelantó frente de mi, moviéndose alegremente poniendo un pie  frente al otro.

Lucy: pues donde lo niegas todo, claro.

Max: y-yo no...

Lucy: incluso ahora, apuesto mi collar favorito a que no paras de voltear a cada tienda de ropa y piensas en como se te vería puesta. Te he visto.

Por un segundo me detuve de caminar. Quería replicar, pero mis ojos se desviaron a mi propio reflejo en uno de los vidrios de una tienda. Allí había un precioso conjunto de esta temporada para las niñas de mi edad y sí... sentí lo que Lucy había descrito.

Lucy: no te preocupes... Apuesto a que la superarás pronto cuando estés lista.

Tragué saliva al oír la ultima palabra y el como me hizo palpitar el corazón.

Lucy: Ey... (se voltea) quizás te pueda ayudar con eso, solo necesitas un pequeño empujón. 

Él.... no, quiero decir, ella, por alguna razón ahora estoy seguro que es una ella, me sonrió con calidez y mis mejillas se sonrojaron y sin que fuera consiente de mi mismo, mi boca se abrió para decir...

Max: Por favor.

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¡FELIZ AÑO NUEVO!

Un poco tarde, pero no ha pasado ni la primera semana, así que podría ser peor ¿no creen?

Espero que les vaya bien durante el año y les agradezco por el apoyo que he recibido durante el pasado y espero que sigamos así.

Bye bye.