A COLORFUL FAIRYTALE (Stray Kids fanfic)

♫ Scars

Domingo caluroso en el hemisferio sur y la piscina de Anna Luz estaba llena de niños, ni qué decir de su heladera atestada de cervezas. Adoraba esos días, ya que la semana era demasiado monótona, entonces al menos contaba con que dos veces al mes se encontraba con sus amigos de siempre, o con su familia. Iban rotando de lugar, pero siempre estaban todos, esas juntadas eran de máxima prioridad; incluso tenían un chat grupal llamado "la obligada", creado por ella metiendo presión para que no falten.

—María, te extrañé mucho el mes pasado, ¿por qué te quedaste tantos días en el pueblo?

—Como falleció mi tía abuela, me quedé para acompañar a mi prima y ayudarla, ya sabés, por toda la mierda de trámites con la que fastidian a los familiares en esos casos.

—Ah sí, la burocracia de este sistema. ¿Y qué hay de nuevo por allá?

—Sigue todo igual. Solo reconstruyeron el puente peatonal, porque lo había destruido un camión al chocarlo.

—¿Nuestra pasarela?

—Así es. También me crucé con Mercedes, se casó con el sexy de Edu.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Anna y su presión cayó directo al subsuelo.

—Ay, ¿qué pasó? ¡Estás pálida!

—La presión, es normal cuando hace este calor de locos. Me voy al living a recostarme en el piso.

—Te acompaño y poné las piernas en el sillón.

Anna no pudo evitar recordar que a sus trece años, ese hombre había arremetido sexualmente de ella en un festejo de la amistad en casa de unos conocidos, y cómo luego de eso nació su primer hijo. Sin dudarlo, su mejor amigo Dan, decidió hacerse cargo diciendo que era suyo, inventando que eran novios a escondidas desde hacía tiempo. Él era seis años mayor, estaba cursando su carrera de idiomas, la cual se retrasó en terminar, al tener que conseguir un trabajo y un lugar dónde vivir. Ella abandonó la escuela y absolutamente todo lo que tenía que ver con su edad; desde ese día sería solo madre y ama de casa. Con Dan se adoraban desde pequeños, él pasaba mucho tiempo en su casa por ser compañero escolar de su hermano, pero nunca hubo ni la más mínima atracción. Ya de grandes y en la situación en la que se encontraban, intentaron ser una pareja; con los años el amor nació y tuvieron a sus gemelas, pero luego se sinceraron que nunca se habían enamorado realmente, por lo que siguieron juntos para idea de los demás, pero en su habitación dormían en camas separadas.

—¿Anni estás bien? ¿Necesitás algo?

—Gracias Dan, estoy bien, ya se me está pasando.

—Dice que es "la presión".

—Seguro, te prepararé té verde.

—Siempre fue tan bueno e ingenuo. Él no entendió pero yo sí; no me vengas con "la calor", ni cuando hizo 30 grados te pasó esto. Dale largá, ¿estás embarazada?

—¡Ha! Imposible, ni en mis sueños logro tener sexo. ¿No viste los cuadros de mi casa? Ahí dice bien grande: NO HAGAS SUPOSICIONES.

—No lo estoy haciendo, te estoy preguntando, bajá el escudo que no te estoy atacando. ¿Te hizo mal lo que te conté, estabas enamorada de él?

Inmediatamente las náuseas llegaron y Anna tuvo que correr al baño. María le gritó a su amigo que cambie de hierba, por alguna para el estómago y la cabeza.

—Voy a ponerme pesada. Cuando éramos adolescentes me decías que no te gustaba ningún tipo y que por lo tanto no habías besado a nadie, pero de repente nos enteramos que estabas embarazada de tu actual marido. Después de eso te volviste buena mintiendo y yo era muy buena haciéndome la tonta; pero ahora estamos grandes y seguís igual; así que colgá un cuadro más que diga: NO MIENTAS.