A la mañana siguiente, un Jimin desnudo despierta desorientado sintiendo un poco de dolor en su cuerpo; sin embargo, él sonríe al recordar lo hermoso que fue la noche anterior. Observa su anillo y lo besa pensando en su amado, y todo lo que éste ha hecho por él.
-¿Gukkie?- Jimin se sienta en la cama, pero no había rastro del mencionado-. ¿Cariño?
El castaño se levanta de la cama y comienza a buscar a su hombre alrededor de la habitación del hotel.
Pero, nada.
-Mejor lo llamo... No dejó ni una nota...- musitó, medio dormido, mientras se cambiaba de ropa usando la camisa de Jungkook, la cual olía a él.
Comenzó a marcar su teléfono rápidamente, ya estaba un poco nervioso. Segundos más tarde, el ringtone de Jungkook se siente bajo la almohada de la cama. Él había olvidado su teléfono.
-Oh Jungkook... Tu y tu cabeza están en cualquier otra parte- Jimin rió y dejó su teléfono de lado. -No estaría mal que encuentres algunas fotos subidas de tono en tu teléfono... ¿No?- Jimin sonrió y se comenzó a desvestir con rapidez, apoyando la cámara en una superficie plana, hasta que de pronto, su teléfono se bombardea con notificaciones.
"Jungkook tengo cocaína, éxtasis y marihuana para vender. Avísame y te iré a dejar un poco cuando llegues de tu viaje. La probé y es de calidad. Deberías probarla si quieres."
Jimin sostiene la respiración, su corazón comienza a latir fuertemente, al punto de sentirlo casi en todo su pecho. Sus manos comenzaron a temblar y pudo sentir como un nudo se formaba en su garganta. Si la vida te da momentos bellos para que los puedas atesorar, también te da momentos malos, para que puedas ser capaz de olvidar y seguir adelante.
Ojalá fuera así de fácil para Jimin, porque ya nada volverá a ser lo mismo.
Minutos más tarde, Jungkook llega con un ramo de rosas en sus brazos y un pequeño peluche con forma de pollito. Jimin estaba sentado en la cama mirando el mar, le daba la espalda a la puerta de entrada.
-Minnie, bebé... Te tengo una sorpr...- pero la sorpresa se la llevó él cuando vio que Jimin tenía las maletas al lado suyo-. ¿Y esas maletas?
-Tenemos que hablar...- el castaño seguía sin ver al menor. Él solo contemplaba la vista del mar, viendo que las olas iban y volvían.
-¿Qué?
- Quiero volver a Seúl.
Jungkook dejó sus regalos en la cama y se acercó a su amante, quien tenía los ojos rojos e hinchados de tanto llorar. No entendía el porqué de su repentina decisión. Necesitaba repuestas.
-Minnie... por Dios... que te pas...- Jungkook intentó darle cariño pero Jimin se puso de pie ante él.
-No me toques Jungkook. Estoy decepcionado.
Ser rechazado por la persona que amas duele, pero duele aún más ver a esa persona con el corazón roto.
-Pero.... ¿Qué te pasó? ¿Te hicieron algo? ¿Estás bien?
-Jungkook, por Dios. ¿Tu crees que estoy bien? Mirame la puta cara y replanteate esa pregunta otra vez.
-Jimin... No nos podemos ir, ¿de qué estás hablando?- La cara de preocupación de Jungkook era notoria, su sonrisa se había desvanecido por completo.
-Quizás fue un error venir sin antes contar la verdad.
-Jimin, por favor dime qué está pasando.
- ¿Cuando pensabas decirme?
- ¿Qué cosa?
- ¿Estás comprando, vendiendo y consumiendo droga?
Oh no.
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33/34 - km au.
FanfictionJimin se cambia a un nuevo departamento en Seúl después de viajar por el mundo, y su molesto vecino tiene bulliciosas y excesivas fiestas todos los días. ¿Qué pasará cuando se entere que tal vecino es su ex novio? todo es ficción smut angst exes to...