Media sangre de dragon (HipoxDalla)

Estare bien

Hipo

- Gracias-dijo con una gran sonrisa-por todo lo que han echo por mi.

-No fue nada-respondió Bocón sonriendo-como te rompiste el ala, te vi antes y parecía que nunca te pasaría nada.

-Fue un pequeño accidente-dijo ella mirando a Patán enojada-pero ya esta en el pasado.

Dalla era muy amable con todos, incluso con Patán, en unos días se va a cansar de el. Pero lo que mas me llamaba la atención era su forma de hablar, conmigo y con Patapez era muy abierta, como si quisiera decirnos todo, pero con los demás era muy tímida, muy apenas los veía a los ojos, se mantenía detrás de mi siempre, ella quería que yo la protegiera como si fuera su guardián.

Después de que Bocón se fuera el sol se escondía rápidamente en el mar, pronto anochesería.

-Pronto estará completamente oscuro-le dije a Dalla interrumpiendo su conversación con Patapez-ven, dormiras en mi cama esta noche, mañana haré que te lleven una cama a mi casa.

-Eso no- grito mi padre-ella se quedara aquí.

-Pero papa-le reclame-Dalla no puede quedarse sola en la arena, hay dragones por todas partes y aun no sabe como defenderse de ellos.

-Eso no importa-grito de nuevo-ella se quedara aquí y punto.

Mi padre se dio media vuelta y se fue sin darme oportunidad de contestarle, ella no podía quedarse sola en la arena, que haría si un dragón se acerca, atacarlo solo empeoraría las cosas, estaba por correr para alcanzar a mi padre para intentar convencerlo de que Dalla no haría nada malo en casa pero ella me detuvo.

-El aun no confía en mi-dijo con una voz tierna- lo comprendo. He dormido en el bosque desde hace tiempo, este lugar es mas de lo que podría desear.

-Entonces me quedare contigo-dije sin pensar-no puedo dejarte sola aquí.

-No-respondio sonriendo-tu ve a casa, estaré bien aquí.

Ella era muy comprensiva, entendía las preocupaciones de mi padre mejor que yo, al final accedí a que se quedara en una jaula de la arena donde los dragones no pudieran acercarse a ella.

Antes de irme a casa le di unas mantas y una almohada, cerré la jaula donde estaría ella y me fui a casa. Mientras la puerta de la jaula se cerraba vi como su sonrisa se desvanecia, no podía dejar de preocuparme por ella, que haría si le pasara algo y si un dragón la lastima, es mejor dejar de pensar en eso.

Llegue a casa y mi padre ya estaba esperándome sentado en la mesa.

-Hijo-dijo muy serio-tenemos que hablar sobre Dalla.

-Estoy cansado-respondí subiendo las escaleras tratando de evitar esa conversación.

-Hipo, ella puede ser peligrosa-dijo-las historias dicen que su gente es aun peor que los dragones.

-De nuevo con los dragones-me queje-papa, los dragones no son tan malos-dije acariciando a chimuelo-ella tampoco lo es.

-Solo te pido...que no te confíes demasiado-dijo antes de irse a su habitación-puede ser peligroso

Eso ultimo me golpeo duro, yo ya le había dado toda mi confianza a Dalla, confiaba en que ella confiaba en mi. Cuando entre a mi habitación fui directo a revisar la daga que ella me había dado, repase el tallado en el mango y la saque de la vaina para ver la inscripción de su apellido en la hoja, pase horas pensando el ella, lo que sabia y lo que podía aprender de su gente, si logre una alianza con los dragones tal vez pueda hacer los mismo con los raquidias.

Cuando estaba por caerme de sueño guarde la daga en un pequeño baúl y me acosté a dormir.

-Mañana voy a convencer a todos de que Dalla no es una amenaza-dije para mi mismo-ya lo verán.

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Que les parece esta cap.

Tengan cuidado, que la baba de un furia nocturna no se quita de la ropa, que chimuelo no los lama. :-)