Media sangre de dragon (HipoxDalla)

Amiga de un dragón

Dalla

Estoico me permitió quedarme en la aldea, al menos estoy en una jaula por mi seguridad y no por ser una prisionera.

Me sentía muy nerviosa en ese lugar, había indicios de que hubo dragones por doquier en algún momento, rasguños en las paredes, marcas de quemaduras por las paredes y el techo hacían que el lugar fuera mas aterrador de lo que se veía a simple vista durante la noche.

Estuve dando vueltas hasta después de media noche intentando conciliar el sueño pero me fue imposible y fue aun mas difícil al ver la sombra de un dragón que se mantenía sobre la arena, la podía ver proyectada en el centro y luego como bajaba. Me sentía aterrada, hasta que vi que era Hipo y su dragón que se acercaban a la jaula.

-Deberían estar durmiendo- le dije a Hipo.

-Yo podría decirte lo mismo-respondió a lo que ambos reímos.

-Me atrapaste-dije-no puedo dormir. Y que hay de ti, por que estas aquí.

-Desperté con un presentimiento-respondió abriendo la jaula y entrando junto con su dragón-sentí como si tuviera que venir a verte.

Me sentí algo extraña, estaba algo alegre de que se preocupara por mi seguridad. Pero también era algo incomodo, ya había pasado un mal entendido con lo del "rapto" no quisiera que pasara otra cosa.

-Presentí que tal ves estarías algo nerviosa-dijo acomodándose recargado en su dragón-así que vine a hacerte compañía.

-Gracias-respondí acercandome a el pero su dragón se levanto y se fue haciéndolo caer de espaldas.

-Chimuelo-grito el mientras lo ayudaba a levantarse.

-Te dije que a los dragones no les agrado.

Hipo se quedo pensativo unos segundos antes de levantarse de un salto y recoger unos pescados y arrojarlos hacia mi .

-Que quieres que haga con esto- le pregunte con 3 pescados en las manos.

-Te ganaras la confianza de Chimuelo dándole de comer-respondió dándole un par de pescados a su dragón-es tu turno.

Me sentí extraña, el dragón se ha cerco a mi tiernamente, sin nada de malicia, muy diferente a como lo había visto antes. Se acerco a mi tranquilo y abrió la boca cerca del pescado que tenia en las manos, pero no tenia dientes, eso no era normal.

-No tienes dientes, por eso te llamas...-dije, pero no pude terminar porque saco sus dientes y me arrebató el pescado y se lo trago entero- Chimuelo.

Me quede en shock un dragón había arrancado un pescado de mis manos sin tocarme, todo lo que sabia de los dragones era falso, mi pueblo me había llenado de la cabeza con ideas erróneas sobre estas criaturas.

-Dale el resto de los pescados-me dijo Hipo quitándome uno de los pescados para lanzarlo al aire.

El dragón me miraba fijamente, con esa mirada tan penetrante y hermosa que me llegaba al corazón. Le lance el ultimo que tenia y el se lo comió de un bocado y me empujó tiernamente haciéndome caer y lamiendome la cara, era tan tierno hasta que me regurgito un trozo del ultimo pescado encima.

-Significa que le caes bien-dijo Hipo tranquilamente- dale un mordisco.

Tome lentamente el pescado sobre mi estómago y me levante dudando sobre el pescado regurgitado que debía comer, era lo más asqueroso que había tenido que hacer pero tenia que hacerlo. Le di un gran mordisco y me lo trague entero, era la sensación mas repugnante que podría imaginar, ese trozo blando y viscoso bajando por mi garganta e intentando regresar, estaba por vomitar pero me lo trague todo y le sonrei asqueada, le ofreci de regreso el pescado y el se lo volvió a comer. Chimuelo me olfateo buscando mas pescado pero ya no tenia mas.

-Te dije que podías ganarte su confianza dando le de comer-dijo Hipo acomodándose recargado en el estomago de su dragón-ven, recarga te en Chimuelo.

Me acerque a ellos y me recargue en el estómago de Chimuelo junto a Hipo y el nos cobijo a ambos con una manta que había traído.

-Descansa-dijo a ambos rodendome con su brazo-mañana trabajaremos con los otros dragones y jinetes.

-No estoy tan segura de que estoy lista-susurré acurrucando me y acomodando mis alas sobre el cuerpo de Chimuelo.

-Lo estas- dijo seguro y casi dormido-Chimuelo y yo te cuidaremos en todo momento.

-Esta bien-respondí-descansa, Hipo-y le di un beso de buenas noches en la mejilla.
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Que capitulo tan romántico me salio.