Soy libre...pero...por que no estoy feliz

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Dalla
Después de las descabelladas pruebas de Hipo para probarles a todos que podían confiar en mi la actitud de Estoico cambio por completo, ya no se veía tan alterado, como si le hubieran quitado un peso de encima.

-Ya que podemos confiar en ti-dijo-no hay razón para que estés encerrada.

-Que significa eso-pregunto una chica rubia.

-Significa-respondió Hipo, en su voz se notaba alegría y tristeza combinadas, como si se alegrara de que me liberaron pero a la vez triste por verme partir -que ya es libre

-Puedes irte-dijo Estoico haciéndose a un lado para dejar la puerta libre-eres libre.

Al fin mi libertad, no puedo creer que...no me sienta feliz...es como si algo me faltara. No sabia que era hasta que volví a mirar atrás y vi a Hipo. Eso es, nunca había conocido a alguien que pensara como el, "No puedo perder la oportunidad de hablar con alguien que pudiera entenderme" pensé.

Al final decidí que debía hablar con el, sin importar como, esta es una oportunidad única en mi vida que no pienso desperdiciar.

Me dirigí hacia la puerta mientras extendía mis alas preparando me para levantar vuelo, ya en el aire hice una reverencia para después volar alrededor de ellos. Lo que hice podría haberse confundido con un acto de agradecimiento, pero en realidad era una distracción. Volé por entre ellos, pero cuando estaba por pasar junto a Hipo abrí mis brazos y lo eleve por los aires llevándolo conmigo a algún lugar donde pudiéramos hablar en privado.

Hipo
Cuando mi padre nos dio la noticia de que liberaría a la raquira me sentí extraño, tenia una sensación muy extraña, estaba feliz por verla libre, pero también era como si quisiera mantenerla aquí con nosotros.

Mientras veía como volaba me sentí aun mas extraño, cuando de repente paso junto a mi y me levanto por los aires. Salimos volando le la arena, ella me llevaba rodeado por sus brazos como si me abrazara por la espalda, por un segundo olvide que me había secuestrado y solo sentí su tacto...por que estoy pensando así, ella es linda, pero ni siquera puedo hablar con ella.

-Suban a sus dragones y atrapenla-oí gritar a mi padre-no dejen que escape.

Mientras nos alejábamos los demás jinetes nos perseguían de cerca, al verlos ella se metió entre los arboles, intente gritar para que los demás nos encontraran pero ella me tapó la boca con su mano. Fue impresionante ver la agilidad con la que se movía entre los arboles tomando en cuenta la enorme envergadura de sus alas y que me llevaba como peso extra.

-A donde ese fue, no pudo desaparecer-oí gritar a Astrid.

-Eso no importa-contesto mi padre a lo lejos-solo encuentren a Hipo.

Cada vez estábamos mas lejos de la academia pronto pasaríamos por las cataratas, un lugar despejado donde los dragones nos verían seguro. Debía liberarme de su agarre hací que tome una rama de un árbol y la golpe distrayendo su atención de las ramas entrecruzadas de los arboles, tal vez no fue gran idea ya que choco con una rama muy cerca del filo del barranco.

Dalla
Todo iba perfecto, había perdido a los demás dragones ya solo debía encontrar un lugar donde pudiéramos hablar. En ningún momento espere que me golpeara con una rama, pero lo hizo distrayendo me de la importante tarea de esquivar las ramas entrecruzadas de los arboles con las que terminamos chocando. Termine soltando a Hipo por culpa del golpe quien callo por el filo del barranco, no podía permitir que le pasara nada, me acerque a él lo mas rápido que pude en picada hasta alcanzarlo. Lo abrace y detuve nuestra caída levantando vuelo de regreso al barranco. Ya en el barranco lo solté, se veía asustado se alejo de mi de espaldas y se tropezó con una rama, estaba en el piso a punto de gritar, debía evitarlo a toda costa, los dragones lo oirían y todo se arruinaría.

"No puedo dejar que se valla, debo hablar con el, al final que importa tal vez no lo vuelva a ver...por que me duele no volver a hablar con el" pensé mientras me acercaba a el y le tapaba la boca con mi mano.

-No grites por favor-dije-no te haré daño.

En su mirada se veía que estaba asustado, pero cuando me escucho hablar todo cambio, su mirada cambio totalmente transformándose en una de sorpresa y curiosidad. Quite lentamente mi mano de su boca y me aleje un poco de el sentándome en el piso junto a un tronco caído abrasando mis piernas, pero nunca deje de mirarlo, el ya había echo pruebas de mi comportamiento, era mi turno, la forma en que reaccionara seria muy importante para saber si puedo confiar en el, no se por que, pero ciento que lo volveré a ver en algún momento, es muy extraño.

-Puedes hablar-pregunto sorprendido.

Solo asenti con la cabeza, sin decir ni una palabra, pero muy en el fondo me parecía que nos entendíamos con la mirada.

Hipo cada vez estaba mas confundido, quería respuestas pero no sabia como buscarlas, ni siquiera yo sabia si quería dárselas.

-Porque no hablaste antes-pregunto, en el momento no supe como responderle, me había sentido aterrada entre ellos, siempre me habían enseñado que los hombres y los dragones eran seres despreciables que me matarían si les daba la oportunidad.

-No lo se-dije mirando el piso-creo que solo tenia miedo.

-Pero de que tenías miedo-dijo sorprendido-no te haríamos daño.

-Como saberlo.

El se sento en el piso junto a mi y se quedó unos segundos viéndome a los ojos, tenia unos hermosos ojos verdes que me recordaban tanto a mi abuelo, cuanto lo extraño.

-Pero por que me raptaste.

-¿Raptado?-dije sorprendida, se que lo saque de aquel lugar y que ahora nos escondiamos, pero no fue un rapto, al menos esa no fue mi intención-Solo quería hablar contigo.

-Bien-respondio sonriendo-vamos a hablar.

Media sangre de dragon (HipoxDalla)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora