Un ala rota

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Hipo

Después de despedirme de Dalla entre a la academia, no había nadie de seguro todos seguían buscándome, cuando escuche un ruido, me di la vuelta y vi que Chimuelo estaba tras de mi, me salto encima y me lamió toda la cara.

-Chimuelo-dije quitándome lo de encima y poniéndome de pie-donde están los demás.

Después de un rato solo con Chimuelo llego mi padre, bajo de su dragón y corrió a mi para abrazarme tan fuerte que no podía respirar.

-Hipo, me alegra tanto que estés bien-dijo soltandome al ver que no podía respirar-lo ciento.

La segunda en llegar fue Astrid bajo de un salto de Tormenta y corrió a mi para abrazarme como lo había echo mi padre.

-Estaba tan preocupada por ti-dijo soltandome-como escapaste de ella.

Estaba por contarle todo lo que sabia sobre Dalla y de que ella no era realmente peligrosa cuando llego Patapez y los gemelos ya solo faltaba Patán de llegar, aunque no sabia realmente si quería que llegara.

-Hipo-dijo Patapez-pudiste estudiar a la raquira, que sabes de ella.

-Se algunas cosas sobre ella-le dije-pero nada realmente importante.

Me puse un poco nervioso al decir esto, nunca fui un gran mentiroso, mi padre estaba por descubrir mi mentira cuando los gemelos, que se estaban peleando, se enredaron el cabello con los cuernos del casco del otro, mientras el los separaba me di cuanta de que Patán se acercaba y que Diente Púa traía algo entre las garras, aunque no distinguía muy bien que era cuando estuvo mas cerca de la arena me di cuenta de que era Dalla, no había logrado irse, de nuevo Diente púa la había capturado.

-Diente Púa trae a la raquidia de regreso-dijo Patapez emocionado-podre estudiar a su especie.

Cuando estuvo cerca la lanzo dentro de la arena, rodó un poco por la fuerza que traía pero cuando se detuvo Tormenta la atrapo entre sus garras y el piso.

Dalla no se dejaría atrapar tan fácil, forcejeo un poco pero como vi que no podría liberarse por si misma me decidí a ayudarla.

-Atras-dije alejando a Tormenta-atras.

De mala gana Tormenta levanto su pata y se alejo, me acerque a Dalla y la ayude a sentarse, se veía algo aturdida.

-Dalla-dije sin importarme que los demás estuvieran alrededor-estas bien.

-Eso creo-respondió en un susurro con una expresión de dolor en el rostro-pero mi ala, creo que esta rota.

-Dejame revisarte-dije mientras la ayudaba a ponerse de pie y revisaba su ala-sip...esta rota.

En eso Patán llego gritando y alardeando que había capturado a la raquira, Dalla estaba realmente furiosa, como no estarlo, le rompió un ala. Camino hacia el furiosa y apretando los puños, su ala derecha, la rota caía hasta el piso y mientras Dalla caminaba la arrastraba, cuando lo tuvo frente a ella lo golpeo en la cara tirándolo al suelo.

-Gracias Patán-le grito mientras el estaba en el piso-gracias a ti no poder volar,tendré que quedarme aquí hasta que sane.

Todos estaban realmente sorprendidos al escuchar cada palabra que salia de sus labios, todos menos yo, ya había hablado con ella.

En un descuido Diente Púa se lanzo sobre ella teniéndola en el piso a punto de escupirle fuego encima, pero por alguna razón Dalla se quito uno de sus guantes mostrando sus manos escamosas y sus enormes garras y rasguño al dragón, que después de unos segundos callo al suelo inmóvil, sin mas Dalla se lo quito de encima y se puso de pie mientras todos, incluyéndome la mirábamos sorprendidos, Patán corrió hacia su dragón e intento hacer que se levantara.

-Que le hiciste a mi dragón-le grito a Dalla preocupado-lo mataste.

-No te preocupes-dijo ella-solo lo paralice, estará bien en unos minutos.

Mi padre se acerco a Dalla por detrás sin que ella se diera cuenta y cuando lo hizo dio un pequeño grito y callo de espaldas y se arrastro hasta el centro de la academia, corrí hacia ella y me ínterpuse entre mi padre y ella protegiendola, ella no tenia problema en que lo hiciera, confiaba en que yo la protegería y eso me hacia sentir muy bien, nunca nadie había echo eso y menos alguien mas fuerte que yo, alguien como ella que lanzo a mi padre por el aire.

-Tranquilo papa-le dije- ella no es peligrosa.

-Claro que lo es-grito con un acha en la mano-viste lo que le hizo a Diente Púa.

-Lo hice en defensa propia-dijo Dalla aun detrás de mi pero con algo mas de confianza frente a mi padre-además es su culpa que tenga que quedarme mas tiempo aquí y no pueda seguir mi camino.

-Dalla tiene razón papa-dije aunque después le susurré a ella-presentate ante ellos.

-Estas seguro-me respondió.

Me di cuenta de que no tenia la confianza aun para presentarse así que le hice una señal a Patapez para que el se presentara primero.

-Patapez Ingerman-dijo el-guardian del conocimiento del libro de dragones.

-Dalla Valencico III-dijo ella poniéndose de pie-garra veneno.

Todos nos sorprendimos mucho, no esperaba que dijera eso.

-No importa-dijo mi padre-debes irte ahora mismo de aquí y no quiero que vuelvas.

-No puede irse, papa-dije sin pensar-tiene un ala rota.

-No puedo volar con un ala rota-dijo Dalla cruzando los brazos-de otro mando crean me que me iría.

-Vamos papa-le dije suplicante-que Bocón le ponga una tablilla en su ala y que se quede hasta que sane, seria una oportunidad única para aprender sobre su especie. Dale solo una oportunidad.

Aunque mi padre se negó por completo a la idea después de suplicas de mi parte, de Patán, Patapez e incluso de Dalla al final acepto.

-Esta bien- dijo-puede quedarse, pero sera tu responsabilidad Hipo. Ahora vallan por Bocón para que le ponga esa tablilla.

Subí a Chimuelo para ir al pueblo por Bocón cuando Dala tomo mi brazo.

-Hipo-me dijo suplicante-no te vallas, por favor.

A pesar de que ella era capaz de protegerse a si misma sentía que me necesitaba, eso me hacia sentir muy bien. Decidí quedarme y envíe a los gemelos y a Astrid por Bocón, habría enviado también a Patán pero Diente Púa aun no podía moverse.

Media sangre de dragon (HipoxDalla)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora