Media sangre de dragon (HipoxDalla)

Lo lamento/Otra raquira

Dalla

Corrí por el bosque hasta que ya no pude mas, pero no me detuve y seguí caminando hasta que sentí un aroma extraño, era como azufre y pescado, me acerque a ver que era y me di cuenta de que estaba frente al Nadder que nos dijo Estoico, tuve suerte de que estuviera dormido, después de todo era muy agresivo.

-Dalla-escuche un grito-Dalla, donde estas.

Era Astrid, quien me buscaba, pero por que, había peleado con ella hace poco y la verdad es que yo seguía molesta.

-Dalla-volvio a gritar-quiero disculparme, Hipo me contó lo que habías sufrido...lamento lo que dije.

Por un momento me enoje con Hipo por haberles dicho a todos, pero luego entendíque era lo mejor, no podía enojarme con el.

Astrid seguía gritando mi nombre, si sigue asi despertara al dragón, pero ya era demaciado tarde, el dragon habia despertado, al verlo levantarse sin hacer ningún ruido salí corriendo hacia donde estaba Astrid y me oculte detrás de un árbol.

Cuando Astrid paso cerca de donde yo estaba la sujete tapándole la boca con mi mano y escondiéndola del Nadder, aunque estuviera enojada con ella no podía dejar que el dragón la lastimara.

-No hagas ningún ruido-le susurré al oído mientras me asomaba para ver al dragón-corre a mi señal.... ya.

Ambas salimos corriendo hacia otro grupo de arboles que podrían ocultarnos mejor y de este a otro y otro hasta que creímos habernos alejado lo suficiente.

-Gracias por lo de alla atras-dijo Astrid intentando recuperar el aliento.

-No fue nada-respondi levantandome-no podía dejarte sola con ese dragón.

Ambas reímos despreocupadas, pero no debimos hacerlo, los Nadders tienen un oído estupendo, al principio solo escuche el curtir de algunas ramas y hojas, pero luego fue demaciado tarde, el dragón estaba casi sobre nosotras.

-Agachate-le grite a Astrid abalanzándome sobre ella para hacer que se incara y poder rodearla con mis alas-tienes que llamar a Tormenta.

Podia sentir como las llamas del Nadder quemaban mi piel, era horrible pero tenia que protejer a Astrid mientras ella hacia un extraño sonido una y otra vez.

El dragón escupía su aliento de fuego sobre nosotras, pero de un momento a otro se detuvo, abri un poco mis alas para ver lo que pasaba, pero cuan fue mi sorpresa al ver que una raquira estaba atacando al Nadder, era una chica de cabello largo que tenia unas alas un poco pequeñas (comparadas con las mías) y unas manos con escamas azules, podría ser, una raquira en Berk, quien sera. Me aparecieron conocidas esas botas de piel y la falda larga color café, pero no sabría decir quien era.

De un momento a otro la raquira dejo de atacar al dragón y de alejo volando.

-Las encontré-escuche a alguien gritando y luego vi como el Nadder intentaba escapar pero era perseguido por los jinetes.

Abrí mis alas para que Astrid se puciera de pie y poder ver como los demás jinetes ahuyentaban al Nadder, Astrid subió a Tormenta pero yo no podía ni moverme por el dolor que sentía en mi costado izquierdo, incluso mi ropa seguía ardiendo por las llamas.

-Dalla-escuche gritar a Hipo mientras corría hacia mi.

Intente ponerme de pie pero el dolor era cada vez mayor, hasta el punto en que ya no pude mantenerme consciente, mis piernas se doblaron y caí de espaldas en los brazos de Hipo, lo ultimo que recuerdo es a Astrid y a Hipo pidiendo ayuda para llenarme con Bocón.

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Quien creen que sea la misteriosa raquira que ataco al Nadder, volverá a aparecer para ayudar a Dalla o desaparecerá sin dejar rastro.