El chico que vivía sobre las nubes ☁️ [ᴛᴀᴇʜɪʏʏɪʜ]

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"No vayas con Jeongseong"

Es lo único que  resonaba en mi cabeza mientras continuaba mirando el plato frente a mi, sin intención alguna de probar un bocado.

—Cariño ¿No piensas comer?— pregunto mi madre.

—Me duele un poco el estómago. Creo que comí demasiados aperitivos— mentí.

La cena concluyó pronto gracias a todos los cielos. Kang intento acercarse nuevamente a mi pero no me encontraba mentalmente preparada para volver a escucharlo. El shock por su cercanía, sus palabras y su pedido había calado muy profundo en mi. ¿Qué se supone que debería decir?

—Gracias por la cena— se despidió mientras mi padre salía para acompañarlo a su casa. Lanzó una última mirada pero como siempre escape de sus ojos.

Beomgyu... Necesito a mi amigo

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La noche paso más rápido de lo que hubiese deseado. Era consciente de que si tomaba el autobús me encontraría inevitablemente con Taehyun, y no tuve mejor idea que pedirle a mi padre que me dejara cerca del instituto. No tuvo problema.

—Por todos los cielos. Hiyyih tus ojeras— se preocupó mi amigo en cuanto me senté a su lado —¿Te sientes mal? Luces algo perturbada— agregó.

—¿Eres adivino o algo así? Siempre aciertas en mis sensaciones — hablé consternada por su perfecta percepción. Sonrió.

—Lamentablemente no poseo esa habilidad. Le daría un buen uso si lo tuviera— pensó —El caso es que eres muy transparente Hiyyih. No eres buena para ocultar tu estado emocional— explicó. Y supe que era cierto, debería mejorar eso.

Mire en todas direcciones y para mí suerte no había rastro de Taehyun. Solté una bocanada de aire que estaba atascada en mis pulmones y tomé la mano de mi amigo para dirigirnos a nuestro amado escondite -la azotea- donde nadie pudiese oír nuestra conversación.

—¿Qué sucedió? Me estás asustado— hablo preocupado. Me incline sobre mis talones y atrapé mis mejillas entre mis manos.

—Bien. Seré rápida. No interrumpas— pedí y el asintió.

En una especie de monólogo super rápido y casi sin respirar lancé uno por uno los acontecimientos tras su partida. Todo lo que sucedió con Kang desde que subimos al autobús, hasta que se marchó luego de la cenar. La cara de Gyu era un poema, sus ojos que son bonitos y amplios estaban desorbitados y brillantes con una sonrisa que se fue ensanchando cada vez más hasta que termine mi relato.

—¡Lo sabía! ¡Lo sabía!— grito saltando a mi alrededor —Te dije que le gustabas. Lo sabía, esto es más genial de lo que hubiese esperado— continúo rodeandome.

—¡Detente! Me estás mareando— me queje. Se detuvo —No se Beom. Tengo miedo— mire al suelo. El tomo mis manos.

—Lo siento. Nuevamente estoy sacando miles de conclusiones que te marean más de lo que te ayudan— sonrió con pesar —Le agradas y le gusta estar contigo. Eso es un hecho que hemos corroborado al fin— alentó —Quizas lo mejor sería preguntar directamente ¿Por qué no deberías salir con Jay?— sugirió.

—¿Debería?— asintió.

—Necesitamos certezas— asentí de inmediato.

El tiene razón. Lo mejor sería no ilusionarme de más con eso, podría ser un malentendido de nuevo y no estoy preparada para quedar como una completa idiota.