El chico que vivía sobre las nubes ☁️ [ᴛᴀᴇʜɪʏʏɪʜ]

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Finalmente estábamos camino a nuestro salón de clases. Intenté molestar a Beom con ese chico pero vimos como estaba siendo acechado por las chicas alfa, especialmente por Yeji. Cuando pasamos muy cerca de ellos, Beomgyu ingreso casi corriendo al salón, lo que me resultó jodidamente extraño porque no es del tipo tímido. Nunca. Lo juro.

—Se llama Choi Yeonjun...— susurraron voces de chicas entusiasmadas por el nuevo.

Pase de largo a la multitud escuchando a Yeji ofreciendo un recorrido por las instalaciones, aunque era evidente que había más intenciones que solo ser colaborativa. Al ingresar a mi clase observé que Beom estaba inquieto e intentaba a toda costa evitar la mirada del chico que crusaba el pasillo observando al interior de nuestra aula con curiosidad. No sería nuestro compañero, le tocaba el salón de al lado y eso era genial porque no tendríamos guerra de hormonas aquí este año.

—¿Sucede algo? ¿Lo conoces, al chico nuevo?.— pregunté confundida a mi amigo. Asintió cubriendo frustrado su rostro con ambas manos. Soltó un bufido y me pidió que me acercara más.

—Es un ex compañero de Nueva York— susurró.

—Eso quiere decir que puedes acercarte cómodamente, ¿Por qué te ocultas?— dije perdida.

—Fue mi primer amor.— soltó y abrí los ojos más de lo que creí posible. —La razón por la que evito a los grupos populares es... él — resopló.

—¿Cómo se relaciona una cosa con otra?— interrogue mareada.

—Claramente el pertenecía a los populares en Nueva York. Mi mejor amigo en ese entonces sabía que me gustaba, creí que ambos nos gustamos.— se ruborizó. — Así que mi amigo amablemente se ofreció a interceder por mi y se acercó a él porque yo era un poco tímido con los chicos, más específicamente con él. — explicó. —Pero nunca hablo de mis sentimientos aunque eso era lo que me decía. Se acercó ignorando todos mis jodidos sentimientos y al tiempo se convirtió en su novio— confesó dando un largo suspiro.

—Que idiota— dije disgustada. Sonrío. —Pero el no está aquí— guiñe y rió.

—Ese no es el tema— bufó una vez más —Superé la situación e intenté comprender que estaban juntos porque se gustaban y confundí las cosas entre nosotros. Pero comenzó a tratarme como si le incomodara tenerme cerca, y mi corazón se rompía lentamente por sus malos tratos cuando anteriormente éramos cercanos. Descubrí por una chica que todo el mundo ignoraba, me incluyo— confesó. —Que escucho a mi supuesto amigo decirle cosas horribles sobre mí— recordó. — Entonces decidí que era tiempo de volver y seguir mi vida en Seúl. Jamás confíes en las personas venenosas esas que tú denominas "los que viven sobre las nubes", no son más que arañas venenosa sin ningún sentido de respeto por la amistad cuando se trata de cosas superficiales. Las mejores personas son las que no necesitan un ejército para ser felices, son leales. Como tú.— concluyó dando una palmadita en mi cabeza —

Fue en ese momento que comprendí su rechazo a estar con esas personas y porque siempre se acercaba él a los chicos si realmente le interesaban. Me consideraba leal... “fantasma”

—¿Era un fantasma para ti?— pregunté decepcionada por su concepción. Nego inmediatamente riendo.

—¿Solo eso te quedó de mi confesión?— resopló. —En realidad cuando me acerque a tí fue porque el profesor Henry me puso allí. Me resultaste una persona agradable desde el primer momento que hablamos— sonrío —Recién cuando comenzamos el recorrido me dí cuenta que no eras muy popular que digamos... pero era más perfecto aún porque eres solo mía.— me abrazo de inmediato.