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No podía escapar, no existía ni la mínima posibilidad de que eso funcionará. Beomgyu me acorraló. Tomo mis manos en cuanto el timbre sonó y prácticamente arrastró mi cuerpo en dirección a la azotea del instituto.

—Ahora sí — dijo cerrando la puerta tras el —¿Qué demonios te sucede? Estás pálida y desde que ingreso el chico nuevo no emitiste palabra alguna, no estoy siquiera seguro de su estabas respirando todo este tiempo— recriminó. Era cierto, yo misma dudaba si estaba realmente respirando la última hora.

Desde que me encontré con esos ojos oscuros como la noche misma repleta de galaxias brillantes ... Mierda, nuevamente mis delirios. Bien, desde que todo ese extraño remolino en mi interior se llevaba puesta mi psiquis, ese chico fue designado en el asiento justo a nuestro lado. No moví el más mínimo músculo desde que deje de mirarlo, necesitaba huir de esos ojos, esa sonrisa y esa dulce voz lo más lejos posible. Deseaba ser invisible como siempre.

—¿Huening?— apuro desesperado mi amigo la respuesta que ni yo sabía. Solté un profundo suspiro, es mi mejor amigo si no lo hablo con él no lo haré con nadie.

—Mi pecho se cerró por un instante, mi corazón dolía y me costaba hablar— expliqué. Beomgyu se asustó demasiado y comenzó a examinarme preocupado.

—¡Por dios Hiyyih! Son síntomas de un accidente cerebro vascular. Vamos a la enfermería— soltó en un grito tomando mi mano. Beomgyu quería ser médico en el futuro, como sus padres.

—¡Oh por dios no!— intenté calmarlo. —Todo se torno raro cuando mire al chico nuevo...— casi susurré aquello.

El pelirrojo se giró de inmediato hacia mí y como si fuera flash de Zootopia, su boca se fue abriendo lentamente mientras relacionaba cada palabra en su cabeza. Cuando supe que un grito vendría sin reparo cubrí su boca para evitarlo.

—No grites. Estoy asustada se comprensivo— rogué. En cuanto asintió descubrí su boca.

—Te gusta el chico nuevo...— mire el suelo sintiendo mis mejillas arder —¿Amor a primera vista?— interrogó cómo si no fuera jodidamente obvio. Asentí e inmediatamente atrapó mis mejillas entre sus manos —Mi preciosa Hiyyih se enamoró a primera vista.— dijo orgulloso como una madre.

—No diría amor— bufé quitando sus manos — Solo un remolino en el estómago por un chico guapo— intenté restarle importancia.

—No niegues tus emociones — reprendió. —Es lindo estar enamorado, no tiene nada de malo— remarcó —Así que Kang Taehyun eeh— siseó —Tu corazón no es nada tonto ese chico es un bendito muñeco y déjame decir que más guapo que Park— recordó. No pude evitar reprimir una risa por sus ocurrencias— ¿Qué haremos?— pensó .

—¿Qué?— exclamé —Ni se te ocurra Choi. Solo quería compartir esto porque eres mi mejor amigo y necesitaba soltarlo— le expliqué.

—Muñeca no seas lenta. Ese chico no durará en el mercado y déjame decirte que está vez tú serás la compradora— aseguro guiñando, negué inmediatamente.

—Vamos por el almuerzo. No lo conozco y seguramente sea un idiota superficial que le gustan las chicas alfa.— argumente mientras me aferraba a su brazo para emprender camino.

—Puede serlo. Pero puede que no...— intento hablar y lo miré —Bien, entiendo — alzó las manos en rendición.

[...] →☁️

Y tal como lo imaginé. En la cafetería todo el mundo estaba alborotado a causa de Yeonjun y Taehyun. Ambos estaban en la misma mesa y hablaban entre ellos algo tímidos, cómo si compartieran su padecimiento de ser nuevos en el sitio. Beomgyu tomo mi brazo y prácticamente me arrastró para escapar de la vista de ese par, en realidad de uno en particular. No sé cómo demonios completará siquiera una semana antes de que él lo reconozca, porque Beomgyu no es alguien que pasa desapercibido justamente como yo.

El chico que vivía sobre las nubes ☁️   [ᴛᴀᴇʜɪʏʏɪʜ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora