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18 años. Tengo dieciocho años al fin. Sí, finalmente Huening Bahiyyih tiene dieciocho años y está apunto de ir a un club nocturno con sus amigos. Sí, no llame a Taehyun... Está Huening de 18 años tampoco tiene nada de valiente como la de diecisiete. Nada cambio, solo un número.

[...] →☁️

Los chicos vinieron temprano a casa. Disfrutamos de unas películas, cenamos con mis padres, había pastel y nos divertimos durante el día. Xiaoting insistió en que invitará a Tae pero no me atreví y felizmente dejo de insistir. Por ahora. Finalmente dimos comienzo a la odisea de vestimenta para una salida nocturna. Cómo era de esperarse esas enormes bolsas con las que habían llegado eran de nada más y nada menos que miles de prendas, zapatos, maquillaje y demás para esta noche.

—Este es nuestro regalo— dijo Jung extendiendo un paquete hacia mi. Sonreí emocionada y abrí el envoltorio.

En el interior había un hermoso par de zapatos negros. Muy delicados, eran hermosos. Justos y perfectos para esta ocasión. Sonreí y los abrace a los tres con mil agradecimientos porque en realidad no tenía más que unos borcegos simples para escapar de la habitualidad de los zapatos.

—Como mejor amigo— hablo Beom —Tengo el deber y privilegio de un regalo extra— dijo orgulloso. Las otras dos personas rodaron los ojos y reímos por su ocurrencia.

En cuanto lo abrí ví un hermoso top blanco con una falda negra. Era hermoso, todo.

—¡Oh por dios, es hermoso!— agradecí con un abrazo —Gracias chicos de verdad me sorprendieron. Muchas gracias por este día— dije con una sonrisa puesta en los hermosos zapatos.

—Manos a la obra porque esto recién empieza— Jungwon nos apresuró.

Y así como así mi habitación se volvió un caos. Nunca había sido muy ordenada que digamos pero este nivel de desorden definitivamente era superior. Tras elegir nuestra ropa usamos en baño uno por uno para cambiarnos. Estaban hermosos. Gyu usaba un pantalón negro ceñido con una camisa verde que le quedaba perfecta. Jungwon vestía un pantalón de mezclilla con una camisa negra, sobre ella un tipo de camisa blanca que desconocía el nombre destacaba bajo un saco negro. Xiaoting usaba una falda negra junto a un top estilo paleacate en tonos negro y blanco. Los tres estaban perfectos. Me sentí un tanto presionada pero finalmente entre al baño a cambiarme.

En cuanto reapareci el viroteo me dejó sorda.

—¡Dios mío Jaleh!— grito Xiaoting a mi alrededor.

—¡Santa madre!— exclamó Gyu.

—Perfecta— dijo Jung con una sonrisa. Me sentí más tímida por ese comentario.

—Creo que la falda está algo corta— comenté tirando la hacia abajo.

—Estas preciosa amiga. Dieciocho no son siempre. Para eso es el shorts debajo, tranquila— ánimo Beom.

—Bien es momento de irnos. El taxi está llegando— aviso Jungwon mirando su teléfono.

Como era de esperarse a mi padre casi le da un infarto al verme, mientras que mi madre se dividía entre elogios para todos y salvar la vida de su esposo agonizante. Tras pedidos de cuidado y mantenernos unidos nos despedimos. Por millonesima vez desde que desperté el deseo de ver a Taehyun paso por mi mente.

[...] →☁️

Al bajar del taxi mis ojos se perdieron en la cantidad de gente que había en la fila de espera para ingresar por una parte, y en las vestimentas tan sorprendentes por otra parte. Por esa razón ya no me sentía tan expuesta, ahora estaba más tranquila.

El chico que vivía sobre las nubes ☁️   [ᴛᴀᴇʜɪʏʏɪʜ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora