🎧 Airplanes - B.o.B, Hayley WilliamsAbril
Solo tenía una oportunidad para que esto saliera bien. Todo el mundo dice que hay que ser valiente, pero a la hora de la verdad, ¿quién controla las consecuencias de ser valiente si sale mal?
Me bajo del avión y me subo la cremallera del abrigo hasta arriba. El viento gélido de Barcelona me recibe, alborotándome los mechones que se han ido soltando de mi deshecha coleta. Tengo unas pintas horribles, soy consciente de ello. Y no podría darme más igual.
- Sira, ¿dónde estás, tía? Hace un frío de mil demonios y me prometiste ser puntual por una vez en tu vida. – mi voz suena temblorosa cuando llamo a mi mejor amiga por teléfono.
El frío y el miedo no son una buena mezcla. Y yo estoy congelada. Y cagada también, para qué mentir.
- Perdón, perdón, perdón. Estoy ya llegando, te lo prometo. – Escucho el motor de un coche y suspiro. – Ferran, ya puedes correr amor. O te quedas sin novia porque Abril me va a asesinar en cuánto me vea.
- Te estoy escuchando, ¿sabes? – murmuro entre dientes, armándome de toda la paciencia que soy capaz.
Me manda un beso y me cuelga. Y ahí me quedo yo, sentada en la terminal, congelándome hasta la punta de la nariz. Me aferro a mi maleta como si fuera un salvavidas. Literalmente podría decirse que toda mi vida está encerrada en ese pequeño espacio.
El vuelo Sevilla-Barcelona apenas ha durado una hora y media, pero odio volar. No sentir los pies en el suelo me causa una ansiedad indescriptible. Y para más inri, es la primera vez que he volado sola en mi vida. Esto de ser valiente es una mierda.
Pasan al menos 20 minutos hasta que Sira llega corriendo al aeropuerto, tirando de la mano de su novio como una loca. Pobrecito, pienso.
- ¡Abril! – se tira a mis brazos en cuánto me ve y me aprieta tan fuerte que no puedo respirar. – Mira que eres guapa. ¿Te he dicho alguna vez lo guapa que eres?
- ¿Y yo te he dicho alguna vez lo pelota que eres, amiga? – me rio en su oído y le doy un beso en la mejilla. Es una impuntual y la culpable de que haya dejado todo atrás para montarme en este avión, pero es todo lo que tengo y la quiero a rabiar.
- Te presento por fin a Ferran. Aunque siento que ya lo conoces, os habéis visto por videollamada cuarenta veces. – su risa nerviosa me da ternura.
-Encantada, Ferran. – le doy un abrazo rápido y el sonríe. – Es un placer conocerte, Sira no para de hablar de ti. En serio, llevo casi un año escuchando lo guapo que eres, lo bien que la tratas, y otras cosas que mejor ni te digo.
- Vale, está bien. Demasiada información por aquí amiga. – Sira tira de mi brazo y Ferran me quita la maleta de las manos. – Tengo una sorpresa para ti.
- Odio las sorpresas y lo sabes. – me pongo tensa al instante. No me fío de las ideas de esta mujer en absoluto. Ella me saca la lengua e ignora mi comentario.
Llegamos al coche de Ferran, un Mercedes Benz con los cristales tintados que rezuma dinero. Definitivamente no estoy acostumbrada a esto. Para nada.
- Ve subiendo, guapa. – Sira abre la puerta de atrás y me mira con anticipación.
Y eso intento hacer cuándo me fijo mejor y veo que hay dos chicos sentados en la parte de atrás, sumidos en la total oscuridad del coche. Abro los ojos y me llevo la mano al pecho, sintiendo mi corazón alcanzar el doble de pulsaciones de lo que debería ser considerado normal.
- ¿Nos han entrado dos tíos a robar en el coche o los conocéis? – murmuro, recuperando la estabilidad de mi cuerpo.
Uno de ellos me mira con el ceño fruncido, como si estuviese enfadado con el mundo. El otro me sonríe y la sonrisa se le refleja en los ojos automáticamente.
- Lo primero, sin duda. – dice este último. – Hemos terminado el robo y estamos aquí esperando a ver si podemos hacer un 2x1 y culminar con un secuestro. Ya sabes, lo normal.
Me está vacilando. Ni siquiera le veo la cara de lo oscuro que está y este tío me está vacilando.
- Pedri, tío. – el otro chico le pega una colleja y suspira. – La vas a asustar.
- ¿Y tú que haces pegándome? Eres muy pequeño para tener la mano tan larga. – El llamado Pedri le devuelve la colleja y se enzarzan en una pelea amistosa mientras yo sigo ahí, pasmada.
- Bienvenida a Barcelona, amiga. – Sira me pasa un brazo por los hombros y me señala a los chicos. – Te presento a Pedri y Gavi. Son así de payasos 24 horas, siento comunicártelo.
La luz del coche se enciende cuando Ferran lo arranca y por fin los veo. Pedri y Gavi, claro. Por supuesto que sé quiénes son. He hecho los deberes antes de venir.
Lo que no esperaba es que el tal Pedri tuviera una sonrisa que me estaba calentando los huesos por dentro.
- Encantado, Abril. – Pedri se baja del coche, da la vuelta y se acerca a mí. – Sira lleva 2 meses dándonos por saco con tu llegada. Queríamos venir a conocerte personalmente.
Su mano se coloca en mi espalda mientras me da dos besos. Dos simples besos. Como Ferrán. Y como Gavi hace a continuación. Pero no tiene nada que ver, no sé por qué.
- Igualmente. – sonrió y siento que por fin me estoy relajando. Las presentaciones y los nuevos inicios hacen que mis inseguridades salgan a la superficie. Y cuando eso pasa, mis barreras se hacen aún más fuertes. – Parece que voy a conocer a media plantilla de la selección nada mas aterrizar.
- Chica afortunada. – Gavi me sonríe, una sonrisa sin dientes, tímida.
- Desde luego. – asiento y me preparo para dar el gran golpe. Solo Sira sabe esto y ella me da la mano, reafirmándome para que hable. – Y vosotros vais a tener que conocerme sí o sí. No os va a quedar otra.
- Hombre, con la novia tan pesada que tengo, seguro. – Ferran besa la frente de Sira y le guiña un ojo.
- No va a ser por eso, precisamente. – siento las miradas de todos, confundidos. – Soy la nueva psicóloga deportiva de la selección. Me voy con vosotros a Qatar en dos semanas.
- Ostia puta.
Si, Gavi. Eso mismo digo yo.
🧠⚽️
¡Hola hola! Espero que disfrutéis del comienzo de esta historia, qué tanta ilusión me hace escribir. Ojalá os guste mucho.
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Derribando tus barreras || Pedri González
FanfictionUn avión Sevilla-Barcelona aterriza y Abril sabe que su vida va a dar un giro de 360 grados. Lo ha dejado todo atrás para empezar de cero. Lo que no se imagina es que Pedri va a poner su vida patas arriba. El futbolista más prometedor de los últim...