Derribando tus barreras || Pedri González

Capitulo 10 - Preguntas

🎧 Late Night Talking - Harry Styles

Abril

- Un cappuccino con extra de caramelo, por favor. A nombre de Abril.

Quedan horas para que volvamos a España y los ánimos siguen estando por los suelos. El silencio que recorre los pasillos y la tristeza que impregna las caras de los jugadores me han hecho huir por unos minutos de esa atmósfera demoledora. Tamborileo mis uñas en el mostrador de la cafetería más cercana que he encontrado: la luz cálida y las grandes cristaleras le dan un toque familiar y acogedor, justo lo que necesito ahora.

- Aquí tienes, Abril. - la chica del mostrador me sonríe con dulzura; la "r" de mi nombre suena demasiado fuerte en sus labios, acentuándola con el inglés.

Tras pagar, me dirijo a una de las mesas que se encuentran fuera, en el exterior. Hay poca gente pululando por los alrededores: un par de ancianos que se ríen entre miradas cómplices, unos niños que juegan a dar toques con un balón y algunas familias dispersas que pasean, aprovechando la temperatura tan agradable que nos regala el día de hoy.

Doy un sorbo al café, que aún quema demasiado, deseando disfrutar de unos minutos de tranquilidad. Hay ocasiones en los que mi cuerpo llega a su límite preestablecido, pidiéndome un momento a solas. Antes de venir a Barcelona, pasaba los días conmigo misma; afrontar tantos cambios en apenas un mes no es que sea precisamente fácil.

Pero como siempre, la vida no está de mi parte. Contengo las ganas de escupir el café cuando veo por el rabillo del ojo como se acerca a mi mesa un chico al que conozco muy bien. Su flequillo, demasiado largo como de costumbre, tapa sus cejas mientras sus pasos se hacen más rápidos y su sonrisa cada vez más vacilona.

- Esto tiene que ser una broma de mal gusto. - susurro, bajando la vista hacia mis manos. Si hago cómo que no existo, ¿quizá consiga convertirlo en realidad?

- Hola bonita.

Su acento portugués enmarcando cada sílaba de cada palabra. Los recuerdos impregnando mi mente, flashes de imágenes que prometí no volver a rememorar filtrándose en mi memoria.

- Hola, João. - su nombre me quema en los labios, y no en el buen sentido. No pensé volver a verlo en mi vida; no quería volver a hacerlo. - Puedes guardarte el bonita, ya no tienes ningún derecho a llamarme así.

- ¿No me vas a saludar? - me mira de arriba a abajo, instándome a levantarme.

Es ahí cuando me doy cuenta de que no está solo: Mason Mount lo acompaña, guardando un par de pasos de distancia para proporcionarnos intimidad. Le sonrió levemente mientras abandono mi silla.

- Soy Abril, encantada de conocerte. - desempolvo el inglés de nuevo, dándole dos besos rápidos a Mason, que se acerca con una expresión amigable en su rostro.

Nos presentamos mientras João pone los ojos en blanco; no le pasa por desapercibido que no lo he saludado. He pasado por su lado ignorando sus brazos abiertos y su pose chulesca. Si esperaba un abrazo, puede esperarlo sentado; por eso de descansar los cuádriceps y tal.

- Mason, ¿por qué no vas a pedir mientras yo charlo con mi vieja amiga? - el susodicho asiente y entra en la cafetería mientras João se sienta en la silla que está a mi lado, sin preguntar.

- No sé si no he sido suficientemente clara, pero no quiero que estés aquí. - bufo mientras cojo mi café y me quedo de pie, retándolo con la mirada.

- Una pena, ¿no? - se encoge de hombros, quitándole importancia al asunto. - Nos quedan algunas cuentas pendientes por resolver, nena.

- No tengo nada que hablar contigo. - muerdo mi lengua para evitar insultarlo por cómo me ha llamado. Está buscándome y no voy a caer su trampa. - Tuviste tu oportunidad en el pasado y la desaprovechaste. Ya es tarde, nene.