Era una mañana normal en la fortaleza roja, todos los sirvientes estaban limpiando y preparándose para el día, los príncipes jugaban en los pasillos del castillo. Lo que nadie esperaba era ver a Rhaenyra caminar con su bebé en sus manos luego de dar a luz.
La princesa caminó con dificultad por los pasillos de la fortaleza roja, directamente a los aposentos de la reina Alicent, quien le había pedido que llevara al bebé de Rhaenyra a sus aposentos. Por mucho que Alicent había demostrado amar a los hijos de Rhaenyra, Rhaenyra no confiaba completamente en Alicent, mucho menos después de escucharla llamar bastardos a sus hijos.
— Por los dioses Rhaenyra, deberías haberme pedido ayuda —.
Rhaenyra reconoció de inmediato la voz de su esposo Laenor, a pesar de que ambos estaban casados por obligación, su matrimonio no fue tan horrible como ella pensó que sería, ambos se habían apoyado mutuamente y el hecho de que fueran buenos amigos los hizo sentirse cómodos.
— Alicent le pidió a una de las sirvientas que llevara a mi bebé con ella, sabes muy bien que después de lo que pasó hace un año no confío en ella — susurró Rhaenyra, dejando que Laenor la ayudara.
Después de caminar y subir varias escaleras, ambos llegaron a los aposentos de Alicent, una guardia real los anunció, dejando que la pareja entrara a los aposentos de la reina.
El disgusto de Alicent al verlos era bastante obvio, tanto Rhaenyra como Laenor pensaron que era porque su hijo no había llegado con una sirvienta como Alicent había solicitado. Pero el disgusto de la reina no era porque el bebé de Rhaenyra no hubiera llegado con una sirvienta, su disgusto era verla llegar junto con Laenor, si Rhaenyra hubiera llegado sola con su bebé Alicent habría mostrado una sonrisa encantadora.
Alicent notó la forma en que Rhaenyra miraba el vestido verde que llevaba puesto, el verde, el color que los Hightower usan para llamar a sus aliados en la guerra. Rhaenyra ya lo tomó como una advertencia, sintió que en cualquier momento, Alicent haría cualquier cosa contra ella. Aunque lo cierto es que Alicent comenzó a usar el color verde después de leer la carta de Daemon a Rhaenyra, ambos aún estaban en comunicación y por lo tanto su guerra con Daemon aún no había terminado.
— Felicitaciones por tu tercer hijo Rhaenyra, que los dioses le den una larga vida — felicitó a Alicent, extendiendo los brazos para recibir al bebé.
Rhaenyra asintió y le entregó el bebé a Laenor, quien fue quien colocó al bebé en los brazos de Alicent. Mientras Laenor ayudaba a Rhaenyra a sentarse, Alicent estudió los rasgos del bebé de Rhaenyra, un nudo en la garganta se le formó al darse cuenta de que era posible que este bebé también fuera de Sir Harwin Strong y no de Laenor.
ESTÁS LEYENDO
El Anhelo De Los Verdes
FanfictionLos dragones del bando de los verdes se elevaron en el cielo listos para cazar. Una guerra por la corona puede evitarse, pero el bando de los negros tenía a aquellas personas que los verdes más anhelaban, doblarán la rodilla con una condición. Los d...