Capítulo 19

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Querido lord has sido tan ingenuo, los dragones han despertado, sus garras están sobre tu cuello, su ardiente aliento te perseguirá hasta convertirte en cenizas —

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Querido lord has sido tan ingenuo, los dragones han despertado, sus garras están sobre tu cuello, su ardiente aliento te perseguirá hasta convertirte en cenizas

‧₊˚✧[Capitulo 19]✧˚₊‧

Busquen en todas partes, encuentren a esos bastardos —gritó Jacaerys furioso a los guardias que pasaban a su lado.

En una de sus manos estaba el dragón con el que jugaban sus dos hermanos. Apretó aquel dragón junto a la capa verde que había encontrado en la habitación de los dos niños.

Jacaerys se sentía furioso por lo que estaba pasando, sus hermanos habían sido secuestrados y no pudo hacer nada para impedirlo, camino por los pasillos de la fortaleza hasta llegar a las afueras del lugar, miro las costas, viendo el mar tan calmado y oscuro, se sentiría calmado al verlo pero sentía su cabeza pesada de tanto pensar en sus hermanos.

Mientras miraba el mar, noto a varios pescadores reunidos alrededor de algo. Lo cual despertó la curiosidad de Jacaerys.

Mientras Jacaerys corría a ver qué es lo que pasaba en las costas de Dragonstone, Daemon entraba a la fortaleza otra vez, fue directo a la sala del consejo con su espada en mano manchada de sangre al igual que su ropa.

Todos habían sido despertados cuando Alicent le avisó a Rhaenyra qué se habían llevado a sus dos hijos menores.

Cuando Daemon llegó con el resto del consejo se notaba lo molesto que estaba por su caminar, en su mirada, cada parte de él irradiaba la rabia que sentía en ese momento.

Hasta aquí llega mi paciencia, voy a quemar a todos en ese maldito castillo —dijo Daemon mientras miraba a King 's Landing en el mapa de la mesa de piedra.

Daemon cálmate —pidió Rhaenys aunque no sabía cómo sentirse respecto a lo que pasaba.

No me pidas que me calme, se llevaron a mis hijos, dos niños indefensos, son mi sangre —exclamó Daemon golpeando con sus puños la mesa—. ¿Qué hubieras hecho tú si fuera Baela o Rhaena?

Esa pregunta fue un golpe fuerte para Rhaenys, pues sabía de lo que era capaz si alguien le hacía daño a alguna de sus dos niñas.

Daemon seguía mirando a Rhaenys, que se llevaran a sus dos hijos en su propio castillo era una ofensa para él, los capas blancas no había hecho su trabajo y él no estuvo para evitar ese secuestro. Todo a su alrededor lo molestaba, lo hacía querer quemar todo hasta dejar hecho cenizas.

Pero la mirada de todos pasó de Daemon a Rhaenyra, quien tenía la mirada perdida y sus ojos llorosos, sus manos apretaba las de Lucerys y Rhaena qué estaban a su lado consolándola.

Daemon al ver de esa forma a Rhaenyra desvío su mirada a Alicent, quien estaba siendo curada por el maestre. No podía creer que ella tuviera que ser quien se diera cuenta de que Aegon y Viserys habían sido secuestrados.

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