Los dragones del bando de los verdes se elevaron en el cielo listos para cazar.
Una guerra por la corona puede evitarse, pero el bando de los negros tenía a aquellas personas que los verdes más anhelaban, doblarán la rodilla con una condición.
Los d...
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Tanta sangre derramada, de inocentes y culpables. No me arrepiento de haberlo hecho, no después de obtener lo que tanto tiempo estuve anhelando -
La noche era fría en kings Landing, los pasillos estaban tranquilos y silenciosos, excepto por un pasillo en el cual resonaban las pisadas de Daeron qué se dirigía hacia los aposentos de Aegon.
Durante la mañana Otto les había comentado lo que había pasado en su encuentro con Rhaenyra, Aegon había escuchado las palabras de su abuelo quedando muy molesto y le advirtió qué si volvía a hacer algo sin su permiso lo iba a desterrar de Westeros. Pero Daeron no estaba en este momento molesto por ese asunto, lo que le molesta era el estado en el que su hermano se encontraba.
Daeron suspiro tratando de mantener la calma, venía a anunciarle qué Aemond había vuelto de Bastión de Tormentas, pero lo primero que se encontró fue varias botellas de vino tiradas y a Aegon dormido en la cama con otra botella de vino en sus mano izquierda y una carta en la derecha.
—Esto no puede estar pasando... —susurro Daeron acercándose a Aegon y agarrando la carta que había en su mano
Leyó la carta con atención, y se sorprendió al ver qué al parecer la carta había sido enviada por Rhaenyra hace bastante tiempo. Ahora lograba entender porque Aegon se había emborrachado, pues Jacaerys había sido enviado a Winterfell.
—Mamá se molestara contigo por esto Aegon —mumuro Daeron terminando de leer la carta de rhaenyra.
Ahora estaba preocupado, ya que Aemond no había llegado con la mejor actitud y saber que Lucerys también estuvo en Bastión de Tormentas, lo hacía pensar lo peor.
Daeron estaba apuntó de salir de la habitación cuando derrepente entro Alicent con Aemond detrás de ella.
—Daeron, necesito saber que te dijo Ser Harrold sobre la propuesta que le hicimos —pidió Alicent cuando entro.
Aemond permanecia callado y serio, se sento en la cama de Aegon tirando las botella de vino qué habían en la cama. Daeron notaba la actitud de Aemond normal pero con saber que posiblemente él había visto a Lucerys ya era suficiente para sospechar de que algo había pasado.
—Daeron...Quiero una respuesta —pidió Alicent notando qué Daeron miraba de una forma sería a Aemond—. Quiero saber si Ser Harrold acepto, eso más importante.
—Rhaenyra envió una carta —menciono Daeron sabiendo que su madre ahora lo escucharía.
—Como te decía Daeron, saber lo que la reina tiene que decirnos es mucho más importante —dijo Alicent intentando agarrar la carta que Rhaenyra había enviado—. Déjame leer lo que mi amada Rhaenyra tiene que decir.
Dijo Alicent cuando Daeron no la dejó agarrar la carta.
—Rhaenyra envío a Rhaenys, Lucerys y a Jacaerys a diferentes casas, pero creo que deberías preguntarle a Aemond cómo fue su viaje a Bastión de Tormentas—dijo Daeron y noto que Aemond lo miro molesto cuando mencionó su viaje.
