Ninguno de los presentes sabía cómo habían llegado a su situación actual; No sabían qué había pasado realmente entre los niños, pero fuera lo que fuera lo que había pasado, terminó bastante mal.
El maestre estaba cosiendo la herida que estaba en el ojo de Aemond. Alicent no podía quitarle los ojos de encima a su hijo, se sentía terrible porque no logró evitar que le sacaran el ojo a su hijo; Buscó a Rhaenyra a su alrededor, pero no pudo encontrarla por ninguna parte, fijando su mirada en los hijos de Rhaenyra que estaban siendo consolados por Corlys Velaryon.
Alicent al ver la nariz rota de Lucerys sintió la necesidad de ir con él, miró a Aemond quien solo asintió levemente haciéndole saber que estaría bien. Con eso en mente, Alicent comenzó a caminar hacia donde estaba Lucerys con su abuelo.
Todos se sorprendieron de que la reina se alejara de su hijo para acercarse a uno de los hijos de Rhaenyra, pero nadie se atrevió a decir nada sobre las acciones de la reina.
— Lucerys, ven conmigo — El tono dulce y suave que Alicent usó para hablar con Lucerys sorprendió a Otto y Corlys, ya que ambos creían que la reina despreciaba a los hijos de Rhaenyra.
Lucerys miró a Alicent por un momento, debatiendo si dejar a su abuelo para ir con ella. Después de tanto pensarlo, Lucerys iba a acercarse a Alicent pero fueron interrumpidos por la llegada de Rhaenyra y Daemon.
Rhaenyra corrió hacia donde estaban sus hijos, al llegar a ellos comenzó a revisar que no estuvieran heridos; Alicent se alejó de Lucerys en el momento en que Rhaenyra se acercó, había notado la mirada confusa que le había dado la peliblanca, pero decidió ignorar eso para volver con su hijo.
Lágrimas de furia se acumulaban en los ojos de Alicent al recordar con quién había aparecido Rhaenyra, Daemon miraba todo desde la puerta por la que había entrado; Alicent quería ir hacia él y matarlo, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz del maestre.
— Su Alteza, la herida del príncipe Aemond sanará en unos meses, a pesar de que el joven príncipe perdió el ojo — explicó el maestre, dejando la habitación en silencio.
— Ahora uno de ustedes me dirá lo que pasó — ordenó Viserys, dirigiéndose a los cinco niños que no habían dicho una palabra en todo este tiempo.
— Aemond robó el dragón de mi madre — dijo Rhaena.
Una risa burlona adornó el rostro de Aemond quien se sentía tan poderoso por tener el poder de manipular lo que sucedió ya que no había testigos. Podía meter a Rhaena en un gran problema.
— Vhagar estaba sin jinete, no robé nada, debiste haberla reclamado antes — Las palabras de Aemond solo hicieron aumentar la furia de Rhaena.
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El Anhelo De Los Verdes
FanficLos dragones del bando de los verdes se elevaron en el cielo listos para cazar. Una guerra por la corona puede evitarse, pero el bando de los negros tenía a aquellas personas que los verdes más anhelaban, doblarán la rodilla con una condición. Los d...