Capítulo 14

2.3K 192 27
                                    

Muchos dicen que pronto llegará tu momento, otros dicen que debes dejarlo ir, pero yo no escuche a nadie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Muchos dicen que pronto llegará tu momento, otros dicen que debes dejarlo ir, pero yo no escuche a nadie. Yo se que soy el indicado, compartiré por ahora y luego su amor solo me pertenecera a mí

Alicent sentía que su corazón latía más rápido de lo normal. Ella caminaba detrás de Rhaenyra, ambas iban hacia la habitación de la peliblanca.

Durante todo el camino, ninguna habló, solo caminaban en silencio dejando que el sonido de sus zapatos hiciera eco en los pasillos.

Cuando llegaron a la habitación, Rhaenyra fue la primera en entrar, seguida de Alicent, esta última puso una vara para trabar la puerta, cuidando en todo momento que Rhaenyra no se diera cuenta de eso.

No es necesario que tengamos nuestra noche de bodas de esta forma Alicent, podemos simplemente dormir —dijo Rhaenyra rompiendo el silencio.

Alicent miró a Rhaenyra y se acercó a ella con lentitud.

Rhaenyra... —al decir eso Alicent la besó de forma lenta y suave, al ver que Rhaenyra no correspondió su beso, se separó de ella—. Yo si quiero pasar nuestra noche de bodas de la forma tradicional, ya tienes mi alma, ahora quiero que reclames mi cuerpo.

Alicent había dicho aquellas palabras con cariño y deseo, sus dos manos acariciaban el rostro de Rhaenyra como si fuera una frágil muñeca que en cualquier momento podría romperse.

Por otra parte Rhaenyra dudaba en su hacerlo o no con Alicent. Pero ya había tenido intimidad con Laena en su debido momento, y tomar a Alicent de esa forma, sería como una burla a Otto.

La devota hija de Otto Hightower, cogiendo con una mujer, a Rhaenyra le encantaba como se escuchaba eso.

—¿Tienes experiencia? —preguntó Rhaenyra mientras ponía a Alicent de espaldas a ella.

—Solo estuve con tu padre, así que esa es mi única experiencia.

Rhaenyra no respondió, pues había empezado a desatar el vestido de Alicent con cuidado, causando qué está suspiraba de forma constante.

Alicent quería voltear, quería empezar a quitarle la ropa a Rhaenyra. Intentó girarse pero la peliblanca no la dejó.

—¿Cuánto deseas esto? —pregunto Rhaenyra cerca del oído de Alicent.

Sus manos desabrocharon por completo el vestido de la castaña, haciéndolo caer al suelo dejándola desnuda, excepto por una pequeña prenda de ropa.

Alicent no tenía palabras para lo que Rhaenyra le estaba haciendo, muchas veces había cogido con Viserys, muchas veces había acabado desnuda, pero ninguna era comparada a este momento.

—Rhaenyra... Te deseo tanto —respondió Alicent.

Al escuchar eso Rhaenyra empezó a acariciar el cuerpo desnudo de Alicent, iniciando desde la cadera subiendo por su cintura.

El Anhelo De Los Verdes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora