Lisabeth de la Torre.
Estaba en una habitación oscura para ser la mía, las finas sábanas que podía sentir con el tacto de mi piel en ella, un abrazo fuerte y reconfortante, algo estaba fuera de lugar, abrí los ojos de repente y escanee la habitación, literalmente está ni es mi habitación, los brazos que rodeaban mi cintura eran los brazos de un hombre, mis ojos se llenaron de lágrimas, ¿Oh por dios, que hice anoche?, era la cruel pregunta que invadía mi mente.
Me recorrí un poco para poder mirar el rostro del hombre que estaba a mi lado, es... el señor Evan Laxery, cerré mis ojos y sollocé un poco, quite los grandes brazos con cuidado y cautela de mi cintura y tome la sabana, lo increíble del asunto es que había dos sábanas, una cubría el cuerpo de aquel hombre y otra el mío, pero podía admirar desde lejos el pecho con simpleza desnudez, tenía un físico muy ejercitado, recoja mi ropa interior y me la puse, luego el vestido desecho, tenía lugares desgarrados, miré a los dos lados y miré su saco, me lo puse, continúe con los tacones y fui al baño.
Me ate el pelo con una liguita que encontré por allí, no tenía mi bolso, ¿dónde lo habré dejado?, me limpie la cara con un pedazo de papel húmedo para no despertar al señor Laxery, lo miré y en la mesita de noche había una libreta y una pluma, quizá es su agenda, tomé la agenda y la pluma deje una nota y la puse en la cama, me dirigí a la salida de aquel lujoso departamento.
Estaba caminado a la salida del edificio, cuando miré que estaba en un lugar muy alejado del departamento de Estefani, suspiré muy agobiada.
— Tendré que caminar, ¡Yuju!.— exprese para mi misma en un susurro.
Tenía los pies cansados, ya faltaba poco por llegar al departamento, pero aún me dolían mucho los pies, la cabeza me mataba y las ganas de vomitar eran grandes, la resaca me estaba matando, camine más mientras lloraba amargamente, ¿como diablos me fui a meter con un hombre?, ¿ahora que les diría a mis padre?, les eh fallado a todos, soy una inmadura.
Llegue a casa de Estefani, estaba Delia y Estefani esperándome en la entrada del edificio, ella me miraron y sonrieron hacia mí, llegaron y me abrazaron.
—Estábamos preocupadas por ti.— decía Delia.
—¿dónde te metiste Lis, no te paso nada?,¿porque tienes un saco de hombre?, dime que no, dime que no te ah pasado nada, y que un caballero te presto solo su saco para que no tuvieras frío.— Estefani se miraba preocupada.
—Entremos, les cuento en el departamento.— fue lo único que les dije.
Entramos al departamento, Estefani me dijo que primero tomara una ducha, ella me guió ha la habitación y me dejó allí, soy una tonta, me quite el saco del hombre, lo aventé lejos de mi vista, me mire en el espejo de cuerpo completo de la habitación, miré todas las marcas, miré todo lo que había pasado en mí, me quite es vestido y me mire al espejo, esa era yo, no podía serlo, estaba a punto de volverme loca, mire mi bolso y recordé la navaja que tenía hay, corri al bolso y busque la navaja, la saque y empecé a hacer cortes, cortes que quedarían marcados por siempre en mi brazo, esos cortes los empecé ah hacer más profundos, ya no me dolía, la sangre salía como lágrimas, era una completa estúpida, solo soy un estorbo para todos, solo soy una mala persona.
...
Salí del baño, ya me había duchado, la mano aún no dejaba de sangrarme, tenía puesta una bata blanca, con mi mano tocaba el dorso de mi mano que sangraba, todo mi brazo sangraba, solo me había hecho cortes hasta el codo, mi amiga Estefani estaba dentro de la habitación, con toallas en los brazos, ella estaba en shock, soltó las toallas y se acercó rápido y co
—¿Qué has hecho Lisabeth?.—ella tocaba mi mano.
—No es nada.— le decía mientras me alejaba de ella.
—No seas estúpida Lisabeth, mírate el brazo, estás sangrando mucho, debes ir a un hospital, no se cuenta sangre hallas perdido, pero te ves muy pálida, vamos, ponte algo de ropa y vamos.— Decía ella buscando ropa en el armario.
—Delia no tiene que saber nada, ya sabes como es.— Delia es mi amiga, pero cuando se enoja suele decir mis secretos donde sea que estemos.
—No lo sabrá. — Solo vamos.
Me cambie de ropa, íbamos al hospital, mi "accidente" no dejaba de sangrar, todo ah sido muy fuerte para mi, nos subimos al coche de Estefani, ella trataba de ir lo más rápido ya que estaba desangradome y no sé controlaba.
Llegamos al hospital, entramos rápido y nos atendieron de la misma manera, los doctores y enfermeras me preguntaban ¿cómo sucedió esto?, yo solo les decía que fue un descuido, me dejaron hospitalizada, me sentía demasiado débil, ya no podía más, Estefani le hablo a mi jefe Andrés y a mi otro jefe Ian, aquí estaban afuera.
—Andrés.— dije mirándolo.
—Lo has hecho de nuevo.— dijo él.
—Andrés, mira no es fácil lo que me está pasando, compréndeme un poco, únicamente fue una crisis.— le dije.
—Algo te paso, y no quieres contarnos.
—Les contaré cuando sea tiempo, cuando pueda mejorar.
~♡~
Un mes había pasado, escuché rumores de que el señor Evan Laxery tuvo que salir de viaje el mismo día que ocurrió el error de aquella noche, nunca podré olvidarlo.
Eh regresado a la ciudad de México, estamos Andrés y yo mirando si él o yo viajamos a Nueva York de nuevo por otro cliente, el caso del señor Ian Laxery quedó resultó, en el caso de mi error, nunca les conté a mis padres sobre esa noche, siento tanta vergüenza con mamá y papá, con mi hermano, les he fallado.
Me levanté muy rápido de la silla, sentí un mareo muy fuerte y me desmallé.
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El Error de Aquella Noche
RomanceLisabeth, una abogada exitosa con una historia de baja autoestima y depresión, encuentra apoyo en sus amigas y en su carrera. Mientras tanto, Evan, un CEO exitoso y soltero, enfrenta la presión de su familia para casarse. A pesar de su vida llena de...