Lisabeth de la Torre.
Ya había subido al taxi, no podía creer que Evan me ha pedido otra oportunidad, pero me siento tan indignada, él dudó de mí, algo que me duele, ni a mi propia madre le he perdonado una duda sobre mi integridad o mi moralidad, ¿por qué si le tolerará una ofensa tan grave a Evan?, me enamore de él, pero desde pequeña no toleraba como mi padre le hacía daño a mi madre con sus comentarios hirientes, pero por mis bebes lo haría, él me propuso vivir casados hasta que nazcan mis pequeños, pero él duda de mí.
A veces hasta le comprendo su inseguridad, él es un hombre muy importante y bla, bla, bla, pero ¿qué ganó yo al mentirle?, obvio que nada.
Llegue al hogar de mi hermano, entre y ahora estaban en casa mis sobrinos y mi cuñada.
—Hola a todos.— les dije.
—¿Cómo te fue, Lisi?.— me dice así por qué le parece más bonito.
— Tengo noticias buenas y no sé si se podría considerar una mala.— dije.
Era el momento justo para empezar a contarles, llegó mi hermano.
—Ya llegué.— dijo mi hermano.
— Yo también.— dije en lo seguida.
—Felicidades.— me lo dijo en tono de burla.
— Ja, ja, que gracioso, ¿cómo te ha ido?.— le pregunté.
— Estupendo, y ¿qué tal tú en tu cita?.— me preguntó.
— Vamos a la sala.
Todos fuimos a la sala, mi cuñada preparo café y para mi jugo de fresa, y algunas galletas galletillas.
— Bueno, mis hijos serán trillizos, y la otra es que el padre de mis hijos ha venido hasta aquí solo para verme.— le dije.
—¿Y dónde está?.— dijo mi hermano.
— Le he invitado a la cena, espero que no te moleste.
— No hermanita, solo que presta atención a tus siguientes pasos.
—Sí.
Esa charla pasó muy rápido, fuimos a la cocina yo y mi cuñada y empezamos a cocinar, prepare postre, el mejor, un delicioso pay de frutos rojos, nadie sabía la receta.
Después de terminar con la cena fui a mi habitación y le mandé el mensaje a Evan con todos los datos correspondientes, deje el teléfono y me vestí, tomé unos de los vestidos sencillos, era un vestido Robe vintage rouge rétro unicolore avec zip jupe parapluie color rojo, su escote me fascina, es estilo rojo pasión y muy hermoso.
Me hice algunas ondas en el cabello; continúe con el maquillaje, lo hice muy sencillo, los labios puse un tono rojo al igual que el vestido, ya estaba lista, no sabía si agregarle una bufanda de seda o dejarlo así, ummm tome la bufanda de seda color roja y me la puse.
Ya estaba todo listo, mi hermano hoy llevaba un lindo traje color negro al igual que mi sobrino, y mi pequeña sobrina un vestido de princesa color rosa pastel, mi cuñada tenia un vestido azul viejo, ya estábamos todos listos.
— Recuerden parecer una familia normal y no los Adams.— le advertí.
El timbre sonó y sabía quien era, abrí la puerta y el estaba allí, el me miró de arriba hacia abajo y dijo en un susurro.
— Quítate la bufanda, usa ese vestido con confianza y lucelo como simpleza y hermosura.
— Oh Evan, anda mejor pasa.— estire un brazo en señal de que pasará, el antes de pasar dijo.
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— Te ves hermosa y el rojo en tus labios los hace deleitarme con una sola mirada, añorando el simple hecho de besarlos y que te sientas amada.
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El Error de Aquella Noche
RomansLisabeth, una abogada exitosa con una historia de baja autoestima y depresión, encuentra apoyo en sus amigas y en su carrera. Mientras tanto, Evan, un CEO exitoso y soltero, enfrenta la presión de su familia para casarse. A pesar de su vida llena de...