Lisabeth de la Torre
Él me dejo, se llevó a mis niños, se llevó mi alma con ellos, estaba tirada en el suelo lamentándose todo, me lamentaba todo, tomé consciencia y corrí a las escaleras, quería ir detrás de mis hijos y de ese maldito al que le juraba amor hace unos minutos, soy una estúpida por arrodillármele para que no se llevara a mis hijos y no se fuera de mi lado, pero me cansé, ya no más la misma tonta, iría a buscar ayuda, al un psicólogo y trataría todo lo que me mortifica, saldría adelante por mi misma, no más dependencia emocional de los demás.
Tome las llaves del BMW blanco y salí, las puertas de hierro se abrieron automáticamente y salí a toda velocidad, la lluvia empezaba a caer, ya no miraba nada, solo pensaba en mis hijos.
Las luces ya no las miraba, pasé por una curva y perdí el control del volante, no se que paso, no se que ocurrió.
- Maldita sea.- susurre.- ¡Devuélveme a mis bebes Evan, quiero a mis bebes, devuélvelos!.
Y quede inconsciente en el auto.
~♤~
Evan Laxery
Estaba hospedado en un hotel, mis hijos dormida, solo estaba yo luchando con mis ceñimientos tan estúpidos, cómo pude abandonar a mi esposa cuando ella estaba mal, cómo pude herirla, soy la peor persona del mundo, le eh hecho el peor daño, la he dañado, quise tomar a mis hijos e ir a casa y abrazarte a mi mujer, decirle cuanto la amor tratar de arreglar todo, tratar de sanarla y tratar ese asunto con Paulina, es tanta información que procesar, tanto que siento que me estoy muriendo junto con Lisabeth, entre al baño y deje caerme al suelo, me senté y puse mis manos en mi cabeza, lágrimas amargan salían por mis ojos, cómo pude fallarle, ya no merecía nada, deje ir mi mejor oportunidad, deje ir a la mujer que amo y seguiré amando.
Me recosté en la cama, miré a mis hijos, a los tres pequeños que no tenían la culpa de nada, toque una de sus manitas y el dolor a mi pecho se hizo presente.
~♧~
Son las 4:40 a.m. mi teléfono no ha parado de vibrar, no sé quien es el de la llamada.
Tomé el teléfono y conteste.
- Sí.- dije.
- Señor, hablo de hospital general especial, aquí se encuentra internada una señora que es su esposa según información que venía en el auto donde se accidentó.
La sangre bajo de todo mi cuerpo, me paralice al escuchar que ella había tenido una accidente, me puse mi ropa, un pantalón de algodón negro y una sudadera negra de algodón.
Apunte la dirección, llame en seguida a Delia y Alison, y a Leonor le pedí que cuidarán a los niños.
Ellas llegaron, se llevaron a los niños a la casa de donde nunca debieron, yo me dirige al hospital.
~◇~
Llegue como un loco preguntando por Lisabeth, me dijeron que sufrió un accidente automovilístico y que estaba grave, , no me permitieron ni verla, Lisabeth... por mi culpa sufriste esto, todo fue mi culpa, empecé a sollozar, estaba sentado en una de las sillas incómodas donde nunca se acomoda uno, no paraba de sollozar, odiaba tener que perderla por una de mis estupideces.
Han pasado más de dos horas, sigo sin ninguna noticia, hace poco me dijeron que sufrió una lesión grave y que presentaba un grado de desnutrición, cuándo pasó todo esto.
~♧~
Ya es de día, aún no se nada de Lisabeth, mi dijeron que lograron estabilizarla, que tenía un brazo y algunas costillas rotas.
- Familiares de la señora de Laxery.- hablo una enfermera.
- Soy su esposo.- me acerqué a ella.
- La señora ya salió de terapia intensiva, no fue grave el choque, debería agradecer, bueno la señora ya está consciente y en una de las habitaciones que usted decidió para ella.
- Iré a verla.
Caminé hasta la habitación donde Lisabeth ahora descansaba, tenía ganas de verle y decirle cuanto la amo, que fui un estúpido que no supo medir las palabras por la ira que sentía.
Entre a la habitación alumbrada, sus paredes son de color rosa y blanco, la luz solar entra muy bien, miré la cama y ella estaba allí, lucia más pálida y sus labios iguales, cuándo pasó esto.
- Hola.- le dije cuando entré.
Ella lentamente me miró, no podía mover el cuello gracias a un collarín cervical.
- Si no te largas te asesinaré con un bisturí.- dijo ella.
- Nunca podrás olvidar.- le dije.
- ¿Qué querido?, qué solo lo hago por llamar la atención y no sé que otras cosas.- dijo ella.
-Lisabeth, discúlpame, no quise decir eso, estaba muy enojado, yo sentía que te perdía y yo te amo.
-Ve y dile eso a la rubiesita, yo ya no creo en ti, ya no creo en tus palabras, y sabe que, espero que cuides bien de mis hijos, no los hagas sufrir como yo, ellos no se lo merecen.
-¿Qué diablos dices?.-
- Cuando sientes que ya no tiene sentido estar en este mundo, para que seguir, amo a mis hijos, los amo demasiado, pero yo ya no puedo continuar con este sufrimiento.- respiro profundo.
- Cálmate Lisabeth, tú no me vas a dejar, tú no te puede ir.-le dije.
-Serías muy egoísta si no me dejas ir, yo ya me siento mal, solo me estoy despidiendo, quiero ver a mis hijos, quiero decirles cuanto los amo.
- Tú no te vas a morir, entiende.- le dije.
Seguido de eso Lisabeth se empezó a convulsionar, llame a un doctor, ellos vinieron, me dijeron que saliera e hice caso.
Lisabeth no se puede morir.
~♧~
Necesito ir a un psicólogo, lo repetía una y otra vez a mi mente, mi madre no me apoyaba con eso, decía que solo quería llamar la atención, ya no soy la misma de antes, las actividades de la escuela ya no me interesan, ya he pensado muy seriamente en el suicidio, yo ya no puedo.
- Lisabeth, te he dicho que tú no necesitas nada de eso, tú siempre has querido llamar la atención.
Dijo mi madre sin saber el daño que me estaba ocasionado.
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El Error de Aquella Noche
RomanceLisabeth, una abogada exitosa con una historia de baja autoestima y depresión, encuentra apoyo en sus amigas y en su carrera. Mientras tanto, Evan, un CEO exitoso y soltero, enfrenta la presión de su familia para casarse. A pesar de su vida llena de...