capitulo 22

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Lisabeth de la Torre.

Le agradecí a Evan por ayudarme a dar el siguiente paso, le agradecí demasiado por querer ayudarme a salir de esto que ya no soportaba.

Eran las 11:00 a.m. Evan llamó a mis amigas y a su hermana y madre para escoger mi vestido, desearía tanto que mi madre estuviera aquí.

Las 4 mujeres llegaron a las 11:30 a.m. mis amigas llegaron primero y después la hermana y madre de Evan y aquella chica, la tal Odette.

La madre de Evan me miraba de una manera muy ¿mala?, si, quizá es por mi vientre que está saliendo a relucir o no le caí para nada bien, pero me reconforta el amor de Evan.

Mis amigas se preparaban para irnos,salieron junto con la hermana de Evan, Dane, estábamos Evan y yo solos, la madre y la otra chica salieron al tocador.

Evan se paró de su silla, se acercó a mí y me tomó de los hombros, me llevó al gran ventanal que dejaba ver casi toda la ciudad de Nueva York.

- Un camino largo nos espera, mia bella evangeline.- dijo él en italiano.

- Tan hermoso italiano, Il mio bellissimo ragazzo.- le devolví el cumplido en italiano.

- Eres una dulzura.- me dijo él dándome un beso tan reconfortante.

- Te amo mi guapo azabache.- le dije a Evan.

- Y yo a ti mía belle castaña.- me dijo él.

- Te amo Evan, eres mi Evangeline.- le dije, evangeline es la estrella de la película animada de la princesa y el sapo.

- Mejor tu eres mi Evangeline y yo soy tu luciérnaga.- el dijo.

El me abrazaba por la espalda, lo amaba tanto.

La madre de Evan entró con la joven, si, odette.

Odette se notaba algo rara, hoy note que llevaba un conjunto de ropa muy libre, a lo que suele vestir, hoy llevaba un lindo vestido color verde limón,unas zapatillas de tacón bajo color blancas, su cabello negro suelto en ondas (sin sus rizos naturales) y un maquillaje natural y muy sencillo, ¿quien no amaría a esa joven?, ¿quizá Evan ya no me ame a mi y me cambie por ella?, ¿yo soy fea?, claro yo soy demasiado fea, no me comparo nada a ella, Tenía que usar maquillaje yo porque no me sentía bonita, ni siquiera me siento bonita, no soy nada bonita, en cambio, ella con su cabello color negro y sus ojos verdes.

- Ma belle Lisabeth.- y se hacerco mi Evan a abrazarme de nuevo.

- Ti ho già detto che ti amo - le dije en italiano.

- me l'hai sempre detto me belle.- me dijo él.

- Charlemos en privado ¿si?.

- Claro me belle.- sabía que le asuste por como me lo dijo.

Entramos a una sala de juntas, él recorrió una silla para mí y yo me senté.

- Gracias.- le dije.

- De que quieres hablar mi amor.

- ¿De verdad me amas?.- le dije.

- Te amo como nunca amé en un pasado ni podré amar en un futuro.- me dijo él.

- Tus palabras son mi poema que queré escuchar por todos los días, pero ¿por qué elegirme a mí y no a Odette?, ¿cómo sé que no me dejarás por ella?.- le dije llorando, fue inevitable.

- Te contaré, mis padres me ofrecieron casarme con ella, pero los rechaze, no me interesa Odette en lo más mínimo, es linda lo reconozco, pero no es ella, y tu, tu solo buscas ser tu en todos los sentidos, amo cada parte de ti, y no porque venga cualquier mujer bonita caeré a sus pies, la que me interesa eres tu, y sabes... no me importan tus dudas, siempre estaré para ti contestando y decirte un te amo.- se paró de su asiento y beso mi frente.

El Error de Aquella NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora