Zān VI

3.1K 294 15
                                    

- Arriba.- Lo despertó Daemon y el gruño en desacuerdo con la idea.

- Pudrete.- Respondió con su humor mañanero y pocas ganas de levantarse.

- Con ese tono le hablas a tu padre?- Le pregunto molestandolo, ambos mantenían esa relación.

- Mí padre es un imbécil.- Se negó a abrir los ojos mientras Daemon permanecía parado en la puerta.

- El imbécil debería llevarse el desayuno entonces.- Zachary se levantó de un saltó, solo para encontrarse a Daemon riendo y sin desayuno en sus manos.

- Heriste mis sentimientos, Daemon Targaryen, los sentimientos de tu hijo, espero lo tengas en cuenta de ahora en adelante.- Se hizo el ofendido el rubio menor.

- Ya levántate, Syrax tal vez puso más huevos.- No importaba si eso era verdad o no, amaba ir y encontrarse con un huevo de dragón, aunque había que decirlo, Syrax había puesto más huevos de los que se podia contar en los últimos 6 años.- Ponte algo decente y vamonos.- Espero a qué Daemon abandonara la habitación y este rápidamente lo hizo, no tenía idea en qué momento el negro de volvió un color fundamental para el, pero por alguna razón era el único color que se ponían en ese lugar, también estaba el rojo, pero era secundario.

Daemon y Zachary bajaron a buscar y encontraron tres huevos en la nidada de Syrax, realmente Syrax iba a crear un ejército de dragones, o al menos iba a evitar que se extinguieran.

- Syrax puso otra nidada, tres huevos, tres, llevenlos a la sala candente.- Ordenó Daemon, miéntras Zachary entregaba los otros dos huevos, teniendo un recuerdo que lo hizo querer llorar.

El funeral de Laenor ya había terminado, está vez fue más complicado, porque Rhaenys no había tenido tiempo de llorar tranquila, por lo que todos podían ver lo destruida que estaba.

El Rey y la Reina habían regresado a Kings Landing y Corlys les mando un cuervo pidiendo perdón, pues no iban a esperarlos para el funeral, querían que fuera algo rápido y lo más íntimo posible.

Jacaerys y Lucerys no asistieron, por lo que Rhaenyra tampoco y afirmó que se quedó con sus hijos, pues la estaban pasando mal por perder a su padre.

Rhaenys le insistió que estaría bien y el le creyó, por lo que se iría con Daemon y Rhaenyra, pero la mala racha para la familia no había terminado, alguien había robado el quinto huevo.

Supo que no había forma de recuperarlo, pues muchas personas habían entrado y salido de su habitación y no podía ni imaginar la cantidad que lo había hecho de la isla.

No dijo nada, no le aviso a nadie, pues habían pasado muchas cosas y un huevo de dragón que no eclosiono era solo una piedra valiosa, no iba a intentar recuperarlo, pues era imposible y no quería molestar a nadie, no ahora que todos habían perdido a alguien importante.

Desde entonces solo Viserys sabía que habían robado el huevo, no lo quiso contar a nadie más.

- Zack.- Llamo Daemon, su hijo se había perdido en algún punto y no parecía estar regresando.

- Qué? Oh, perdón, estaba pensando.- Se excusó y Daemon asintió, sabiendo que no le diría en que.

- Desayunaste?- Pregunto y claramente no lo había hecho, se levantó y lo único que hizo fue ir con Daemon a buscar los huevos de Dragón.

- No.- Respondió simple, dejando toda sustancia no deseada de sus manos en sus ropas.

- Que asco.- Dijo refiriéndose a su ropa.- Cambiate de ropa y ve a desayunar, de paso revisa si Lucerys ya se levantó.- Le pidió, aunque ambos caminaban en dirección al castillo.- Ya lo conoces, tiene cierto problema con despertarse temprano y nadie lo despierta.- Eso era cierto, el chico siempre dormía hasta tarde y a nadie le molestaba, claramente le tenía una enorme envidia.

D Y N A S T Y (Lucerys Velaryon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora