D Y N A S T Y (Lucerys Velaryon)

Zān IX

Corrió tan rápido como pudo al otro extremo de la habitación y se colocó detrás de una columna lo mejor escondido que podía estar, no quería dar explicaciones de porque estaba ahí.

- Viserys tu si que eres un idiota.- Qué demonios?- Viejo terco.- Estaba insultando a su abuelo.- Si no puedes, no puedes, es simple.- Continúo quejándose, mientras Lucerys miraba sorprendido al rubio.

El rubio soltó un gruñido dejándose caer contra la pared cercana a la cama. No entendía que pasaba.
Soltó otro sonido de molestía mientras pateaba algo que estaba en el suelo.

- Estúpido Hightower, estúpido compromiso y estúpida sucesión.- Qué compromiso?- Estúpidos dioses, les gusta burlarse de mí.- La información no le había llegado a Lucerys y luego preguntaría a su madre si sabía algo.- Maldita cena de mierda.- Continúo quejándose y el castaño abrió los ojos, la cena familiar, lo había olvidado y era en poco tiempo.- Encima estos idiotas van a matarse y si yo no evitó que Aemond le quite un ojo a Luke, nadie lo hará.- El rubio si se preocupaba por el, pero lo hacía ver como una carga.- Dioses, Luke...- El castaño se sorprendió al escuchar el tono en el que lo nombraba.

La puerta se abrió y entraron tres mujeres, asustando al rubio.

- Qué no saben tocar?- Pregunto enojado.

- Lo sentimos mí príncipe.- Aseguro una en nombre de las tres.

- Permiso.- Dijo Helaena entrando, ¿Qué carajos tenía que hacer ella aquí?

- Prima mia.- Saludó cambiando el tono y levantándose del suelo.

- No seas tan formal Zackie.- Quién mierda llamaría Zackie a Zachary Targaryen?- Ellas tres fueron mí excusa.- Aviso y las mujeres asintieron.- Madre no quería dejarme venir, pero insistí y me permitió hacerlo para que tenga la opinión de un hombre decente sobre como me veo.- Qué estaba pasando.

- Tienes 3 hijos y un esposo, ¿Aún necesitas verte bien?- Pregunto pérdido el rubio.

- Siempre, además escuché algunas cosas...- Helaena era de las que nadie notaba la presencia en algunas ocasiones, algo que aprovechaba mucho para enterarse de cosas.

- Oh, prima mía, que haría yo sin tus oídos allá afuera.- Fingió una escena de dramatismo el rubio.

- Eres la única persona que me escucha en este estúpido castillo.- Le dijo como si lo estuviera obligando a escucharlo.

- Alicent al menos ahora te deja salir por el castillo, cuando desees, te mostrare algunos lugares del reino.- Ambos parecían tener una complicidad muy divertida.- Qué es lo que oíste?- Pregunto intrigado.

- Cierto, escuché que alguien vio a un chico salir a altas horas de la noche de la habitación del principe Lucerys Velaryon.- Mierda.

- No sería el mismo Lucerys Velaryon tratando de escapar del castillo?- Eras tu maldito imbécil.- Hay lugares donde la lluvia se ve hermosa, además, miles de veces se corrió ese rumor de Aemond, de Aegon, de mí y siempre era el mismo saliendo de la habitación.- La lluvia no es hermosa.

Lucerys se comenzaba a sentirse mal, un fuerte mareo comenzaba a atacarlo.

- Si, pero también me dijo que entro a la habitación de Lucerys y el estaba desnudo.- No no no, el no estaba desnudo y no hizo nada con Zachary.

- Quien mierda te dijo eso?- Lucerys tuvo algo de miedo por el odió que salía de la boca del rubio.

- Eras tú.- Dijo la chica de repente.- Sabía que habías sido tu el que salió de la habitación de Lucerys a altas horas de la noche.- Las tres chicas estaban ahí paradas, mirando a Helaena dando saltitos, ¿Por qué estaba dando saltitos?- Hicieron algo?- Pregunto tras detenerse.