Zān X

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Valkyrria estaba un poco deprimida, podía notarlo por su poco entusiasmo, aunque eso era culpa suya, sabía que ella podía sentir lo mismo que él, lo había comprobado con el tiempo.

La dragón lo dejo acostarse con ella sobre el frío suelo de la fosa, podía encontrar miles de lugares mejores, pero ninguno sería más cómodo para el rubio, la dragón le daba una enorme tranquilidad.

Algo había pasado con Lucerys por lo que le gritó y le dijo que no quería tener nada más que ver con el, no entendía que mierda le pasaba, pero luego intentaría acercarse para saber que le pasaba.

Faltaban algunas horas para la cena y considerando todo, tal vez podría encontrar una excusa para no ir, además, Rhaenys no fue invitada y Viserys le dijo que Otto organizo todo, eso lo hizo peor, pues fue directo a reclamarle.

- Por qué Rhaenys no fue invitada a la cena?- El mayor se detuvo a mirarlo detenidamente.

- Es una cena familiar.- Explicó.

- Y tu por qué vas?- El hombre lo miro detenidamente y pareció listo para golpearlo, pero no lo hizo.

- Soy el abuelo de Aegon, Helaena y Aemond.- Aseguro y el menor río.

- Rhaenys es la abuela de Lucerys, Jacaerys, Baela y Rhaena, también es la prima de Viserys y Daemon y sus difuntos hijos estuvieron casados con Rhaenyra y Daemon, eso la vuelve más familia que tu, así que o pones esa silla en la mesa para la cena, o...- Iba a lanzar una amenaza, pero fue interrumpido.

- Amenazas a la mano del Rey, mí príncipe?- Preguntó con furia en sus ojos.

- Desea que le recuerde el lema de mí casa?- Ambos se desafiaban con la mirada y a ninguno le faltaba ganas de matar al otro.

- Fuego y sangre.- Dijo sin retroceder.

- Pon la silla para la princesa Rhaenys, o te recordaré que ambas están en la sangre Targaryen.- El menor se retiró dando la discusión por ganada.

Otto no dijo nada, pues se trago los insultos y el veneno que deseaba soltar sobre el rubio, ya le recordaría su lugar al príncipe.

Rhaenys probablemente no estaba enterada, por lo que iría darle la noticia y si la silla no estaba cuando llegaran, Otto tendría que abandonar la cena, a las buenas o a las malas.

Caminó por el castillo, por primera vez, en tal vez toda su vida, decidió responder a los saludos de las personas que se encontraba.

Una sirvienta salía de la habitación y está se vió ciertamente intimidada al verlo llegar, por lo que dio uno paso atrás.

- M-mí príncipe.- Dijo haciendo una reverencia.

- Lo siento, no se tu nombre.- Se disculpó el rubio.

- No tiene porque saberlo, mí príncipe.- Aseguro y así era, ella era una don nadie.

- Pero me gustaría saberlo.- El rubio sonrió y la chica bajo la mirada.

- Soy Rosalie.- Se presentó, parecía asustada.

- Zachary, un placer, ¿Sabes si la princesa Rhaenys está dentro?- La chica parecía agradable, pero tenia otras cosas para hacer.

- Ella está en sus aposentos, yo debo irme.- No espero respuesta y salió casi huyendo.

El rubio miro a la chica, tal vez era nueva en el castillo. Olvidó el tema y toco la puerta de la mujer, quien rápidamente abrió.

- Zachary.- Saludo la mujer.

- Rhaenys.- Devolvió el saludó.- Lo conseguí, Otto pondrá una silla para ti o el deberá irse para que tengas un lugar.- La mujer sonrió, le hubiera gustado verlo discutir contra Otto.

- No debiste.- Aseguro la mujer con una sonrisa.

- Claro que si, eres de la familia, debes estar en esa cena, le guste o no a Otto.- El rubio le aseguro con una sonrisa.

- Zach... Creo que ambos sabemos que tenemos una charla pendiente.- El rubio asintió, sabía a lo que se refería.

La mujer supo que no era una conversación para tener en un pasillo donde las paredes tienen oídos, por lo que se hizo a un lado para dejarlo pasar.

- No siento atracción por las mujeres.- Fue lo primero que dijo cuando la mujer cerro la puerta.

- Y eso no tiene nada de malo.- Aseguro la mayor.- Se que crees que sentir eso por un hombre está mal, pero no, está igual de bien que sentir algo por una mujer y no hay Lord, soldado o Rey que pueda negartelo, porque no hay título que sea más fuerte que el corazón.- El rubio levantó la vista, con un brillo en sus ojos que Rhaenys no había visto nunca.

- No quiero que sea bueno...- Dijo mirándola.

- Pero no se irá Zack, eres tú, no hay nada de malo en ser tu.- La mujer se acercó para tomar sus hombros.

- Qué pasa si descubren lo que soy?- Pregunto y la mujer no supo si mentir o decir la verdad.

- Solo un Dragón puede matar a otro y nadie de esta rota familia está dispuesto a que manchar el apellido de la familia y mucho menos a intentar atacarte.- La mujer paso su mano del hombro a la mejilla del rubio.

- Deberías prepararte para la cena.- Quería salir de la conversación y sabía que Rhaenys no lo dejaría irse hasta que no le quedará claro lo que decía.

- Zack... No es lo que quieres oir, pero es lo que tengo...- La mujer lo miró y suspiro.- Tienes que aceptarlo, dejarte ser, no puedes vivir tratando de ser algo que no eres, vive la vida por lo que eres.- El rubio no respondió, pero asintió antes de salir de la habitación.

Caminó hasta su habitación, escuchando una y otra vez las palabras de la mujer.

Vive la vida por lo que eres, vive la vida por lo que eres, vive la vida por lo que eres, vive la vida por lo que eres, vive la vida por lo que eres, vive la vida por lo que eres, vive la vida por lo que eres...

Tenía razón, no podía vivir fingiendo algo que no era, el se sentía atraído por los hombres, o uno, y no había nada que pudiera cambiar o evitar eso, por lo que Rhaenys tenía razón, debía aceptarlo y comenzar a vivir por lo que era...









































Hola!
Capitulo cortó, lo sé y pido perdón por eso, pero quería darle un capítulo a la relación de Rhaenys y Zachary.

D Y N A S T Y (Lucerys Velaryon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora