"Amo"

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-Ya me he disculpado lo suficiente-así que prefiero que me castigue "Amo"
Jonghyun apartó las manos definitivamente y lo sintió alejarse, Kibum sintió frío al estar sin él. No oía nada, ni siquiera la respiración de Jonghyun. Y tampoco oía la suya.
Tal vez a Jonghyun no le gustaba el bondage. O era difícil practicarlo en él, porqué siempre ha sido muy protector. Pero por culpa de ese libro Jonghyun lo sabía. Sabía que quería que lo atara, quizá incluso que le pegará.
-Jjong...¿Estás seguro de que quieres hacer esto? Porque yo no quiero que lo hagas si no...
-Shh-no era una orden.
En absoluto, era la forma amable de tranquilizarlo.
-Llevo todo el día deseándolo, así que ahora silencio.
Desabrochó el botón y bajó la cremallera del pantalón y de un solo tirón se lo bajó junto con el boxers.
Jonghyun agradeció, que Kibum no pudiera verle la cara, porque no creía que hubiera nada ni remotamente parecido a un férreo control con su expresión. Probablemente parecía un adolescente delante de la primera persona que veía desnuda, por que era así cómo se sentía. De alguna manera, al atarle las manos y taparle los ojos, lo había dejado más expuesto, más desnudo que cualquiera de los chicos con los que había estado. Vio los labios de Kibum entreabiertos y sus tetillas endurecidas. La seda de las corbatas resplandecían contra su piel pálida. Se inclinó para quitarle los zapatos y terminar de despojarlo del pantalón.
Al sentirse tan desprotegido, de inmediato Kibum cerró las piernas.
-¡Abre las piernas Kibum!
-No
Jonghyun, deslizó las manos sobre las rodillas de Kibum y le abrió las piernas para poder colocarse entre sus muslos.
-No, tienes ningún derecho a desobedecer, haz sido un niño muy malo, así que está noche serás castigado, Kibum. Te haré gritar hasta que entiendas que eres y serás solo mío.
Sorprendentemente, aquellas palabras salieron sinceramente de sus labios. Quería que por fin, admitiera que era verdad.
-Eres solo mío. - volvió a repetir mientras volvía a pellizcar sus tetillas.
-Sí. "Amo"
Jonghyun nunca había tenido interés en las prácticas de dominación y ni siquiera estaba seguro de que le interesarán en aquel momento. Lo que le excitaba era Kibum. Su respuesta, saber que podía hacer aquello por él. Excitarlo como nadie lo podría hacer jamás. Era eso lo que hacía latir su miembro, y la idea de que lo que estaba haciendo formaba parte de las fantasías de Kibum. Definitivamente, era un juego en el que estaba más que dispuesto a participar.
Confiando en que Kibum le detuviera en cuanto pensará que estaba yendo demasiado lejos, deslizó las manos por sus caderas y lo arqueó dejando expuesto su orificio. Jonghyun aprovechó rápidamente esa postura y empezó a deslizar la lengua. El suave gemido de Kibum inundó la habitación y fue haciéndose más fuerte a medida que Jonghyun iba aumentando la penetración.
Con cada movimiento de su lengua, los gemidos se hacían más intensos.
-¡Por favor!-le suplicó-.¡Por favor, no!
El miembro de Jonghyun se engrosaba hasta adquirir una dureza casi insoportable. Seguramente Jonghyun nunca había estado tan excitado.
-¿Por favor no? ¿que?
Kibum apretó los labios bajo aquella presión. No contestó.
-¿Quieres que me detenga?
Jonghyun lo cambió de posición, apoyó sus piernas en sus hombros esta vez dejando su miembro a su disposición. Acarició el miembro perezosamente con la lengua y después succiono con fuerza hasta hacerlo jadear.
-¿No? Dime cuánto te gusta-le ordenó. -No.
-Su tarea, joven Kim, consiste en demostrarme lo arrepentido que está.
Deslizó la lengua por la punta de su pene.
-Pero no está poniendo empeño en su labor.-Le mordisqueó la base.
-¡Lo siento!- gritó Kibum.
-Aun no me convences.- lo agarró con fuerza de la cabeza y le dio un duro y apasionado beso. Kibum respondió como si quisiera devorarlo. Cuando Jonghyun se alejó, Kibum intentó seguirle, pero él le echó la cabeza hacia atrás.
-Vamos, convénceme con hechos. -lo dijo con voz más ronca.
Kibum solo asintió, Jonghyun lo soltó y se levantó. Aquello no debería gustarle tanto. Definitivamente, las manos no deberían temblarle con aquella furiosa y desesperada necesidad mientras se desabrochaba el cinturón. Pero cuando la hebilla se abrió con un tenue chasquido metálico.
Kibum, se humedecio los labios como si ya lo estuviera saboreando. Jonghyun renunció incluso a la idea de reprimirse. Una vez más, había hecho suya la fantasía de Kibum.
Cuando se bajó la cremallera, a Kibum se le aceleró la respiración.
Jonghyun no iba aguantar mucho más. Demonios, probablemente podría alcanzar el orgasmo en ese mismo segundo. Sólo Kibum era capaz de llevarlo hasta esos límites. No tendría ninguna oportunidad de saciar las necesidades de Kibum si pasaba la siguiente hora obsesionado con aguantar. De modo que se requería una rendición estratégica.
Sonriendo colocó su mano derecha en la base de su miembro y deslizó la izquierda sobre el cuello de Kibum y lo acercó a su boca.
-Veamos si puedes convencerme.- gimió. Y Kibum abrió su boca, sin vacilar ni un momento y lo tomó por completo.

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